Publicado en septiembre 15th, 2016 | por Alejandra Calderón
Matrimonios gay no son tema religioso, sino de derechos: Cruzalta
La discusión de los matrimonios igualitarios no es un tema religioso, sino de derechos sexuales y, como tal, el Estado está obligado a protegerlo.
Así lo planteó el sacerdote Julián Cruzalta durante su conferencia “Ética en la defensa de los derechos reproductivos”, que impartió en la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) durante el último día de la 2ª Jornada de Salud Sexual. A pesar de la interrupción e insultos de algunos integrantes de movimientos conservadores y pro familia heteroparental, el fraile llamó a la reflexión de ese tema y de la religión con un pensamiento crítico y no dogmático.
“Hoy yo veo mucha discusión, por ejemplo, del matrimonio igualitario, que tiene que ver con derechos sexuales. La discusión no es religiosa, nadie está discutiendo el sacramento matrimonial. Eso es asunto de las iglesias y si lo quieren, y si los fieles lo solicitan. Y es una discusión difícil porque no para todos los cristianos es sacramento (…) Lo que para ti es natural en otra costumbre, no es natural, está aprendido de otra manera”.
Cruzalta explicó que independientemente de si se trata de un grupo considerado ‘minoría’, como la comunidad LGBT, el Estado tiene la obligación de garantizar el acceso a los derechos y respetar las costumbres.
“Estos procesos… Las costumbres son muy respetables, pero por eso el Estado no puede hacer leyes con base en la costumbre. ¿La costumbre de quién? Cada grupo diría: ‘la mía es la buena o somos mayoría’. El asunto es que los derechos humanos, el Estado está obligado a garantizarlos a mayorías y minorías, y no están a votación los derechos humanos. El Estado está obligado a garantizar. Es la función del Estado: garantizar derechos y libertades a mayorías y minorías, tengan la costumbre que tengan”, puntualizó Julián Cruzalta.
Su conferencia fue interrumpida por defensores de la familia heteroparental, que lo insultaron y pusieron en duda su sacerdocio. Sus expresiones obligaron a modificar la dinámica de la conferencia.
“En este espacio y en esta universidad somos diversos y escuchamos todas las voces, pero las escuchamos con orden y en su momento. Sean ustedes bienvenidos a este espacio, pero les suplico respeto para quien tiene la palabra”, intervino una de las organizadoras del evento, con lo que logró mediar la situación.
Más allá del tema de los matrimonios igualitarios, Julián Cruzalta invitó a todas las personas a adoptar un pensamiento crítico y autocrítico, a cuestionar las creencias y dudar de nuestras certezas. Consideró que es necesario cambiar la epistemología de las personas porque hoy las instituciones ejercen un “monopolio feroz del control” en nuestras conciencias y es precisamente de eso de lo que trata la ética.
“Muchas personas no han pensado profundamente sobre el tema por qué creen lo que creen, no pensamos lo que creemos y lo que pensamos. Hay que tomar distancia de las cosas de que estamos convencidos y a veces este es el problema, no tomamos distancias, de lo que parece que es la verdad.
“Hay que construir los argumentos y eso requiere procesos, ir quitando capa a capa, como las capas de una cebolla. Hay que analizar las ideas, los valores, los principios; hay que dudar y deconstruir las cosas. Y para hacer esto hay que hacer preguntas, hay que volver a plantear de otra manera las cosas, pero cambiar a las personas y su mirada es una tarea muy difícil. Todo el mundo quiere cambiar al mundo”, afirmó.
Explicó que la ética es un intento de búsqueda de mecanismos mejores para relacionarse con los otros. Su tarea, señaló, es dar razones. Y todas las personas tienen derecho a tener miedos.
“¿Tenemos derecho a tener nuestros miedos? ¡Pero por supuesto! Eso se llama libertad de conciencia, es un derecho humano. Por supuesto que tengo derecho a tener mis miedos, mis fantasmas; lo que no tengo derecho es hacerle daño a alguien con esos miedos y fantasmas. Eso es a lo que no tengo derecho”.