Publicado en octubre 19th, 2018 | por Jesús Armas

Notas de un Egresado: Los Proyectos Personales

Es en la rutina del día a día que empiezas a perder interés. Lo que una vez anunciabas como tu introducción al mundo laboral, esa ambición de cambiar las leyes del juego y trascender como un individuo, que entre todo, logró hacerse de un nombre, es ahora un desasosiego y un eterno tormento de monotonía.

Conforme avanza el tiempo, tus planes de “ahorrar para lo propio”, se estancan. Te quedas quieto en un punto seguro, estable, dónde no todo es muy bueno, ni muy malo. Donde encuentras la forma de justificar tus inquietudes, con tal de no tener que pensar en arriesgar lo poco que has conseguido. Es ese instante el que te fuerza a abrir los ojos, a entender que tu propósito no es sólo vivir de un salario. Que tus ideas, aún en el incierto, merecen ser puestas a prueba.

“El mundo no se adapta a ti, tú te adaptas a las normas sociales.”

Es un punto de reflexión, en que las decisiones no deben ser tomadas bajo un impulso: No vas a renunciar sin tener algo seguro, no vas a invertir sin tener la solvencia para reponerlo, y no vas a emprender sin tener claro un plan de negocios. Muchas veces el sentimentalismo por eso que se ama, inserta una idea equivocada, en que todo es justificable con tal de ser fiel a tus ideales. Un pensamiento noble, pero inútil. El mundo no se adapta a ti, tú te adaptas a las normas sociales. La idea del progreso, y el cambio revolucionario, se da en periodos considerables de tiempo. Y el tiempo es lo que más vas a tener presente.

Toma un proyecto propio, y vuélvelo tangible. Estructúralo, establece metas en tiempos específicos, y trabaja a diario para acercarte a ello. Tu huella en el mundo y los pasos que estás dando al día de hoy, son una respuesta a tu carrera, son una respuesta a ti mismo. Eres el único que debe cumplir con sus expectativas. Nunca como algo para conformarse, sino algo para estar orgulloso.