Publicado en diciembre 4th, 2018 | por Rodrigo Pérez Téllez
La memoria, el perdón y el olvido
El pasado primero de diciembre no sólo fuimos testigos de la transmisión del poder ejecutivo en México, sino que desde una perspectiva crítica, vimos por un lado el rompimiento de rituales y discursos establecidos por el régimen hegemónico del príismo durante el siglo veinte, sino también, la llegada de ideologías que buscan establecer nuevas representaciones sociales sobre el México de la “cuarta transformación” que en este espacio reflexionaré principalmente sobre la nueva imagen institucional del Gobierno de la República, algunas propuestas que ofreció López Obrador tras ser investido como presidente, así como la apropiación de espacios que históricamente restringían su acceso a las élites, me refiero propiamente a la Residencia Oficial “Los Pinos”.
En primer plano, la nueva imagen institucional de la administración federal congrega a héroes de la Patria que han representado momentos de transición en la nación, como lo es la Independencia de México, las Leyes de Reforma, la Revolución Mexicana, así como la expropiación petrolera, sin embargo, esto genera ciertas reflexiones, pues para el actual presidente, en sus discursos y en sus lógicas ha presentado a estos personajes históricos como los principales hombres que lograron construir la patria, pero más allá de ello, además de no incorporar a figuras históricas femeninas como Leona Vicario, Josefa Ortiz de Domínguez, Sor Juana Inés de la Cruz o Amelia Robles –la primer coronel transgénero de la Revolución Mexicana-, considero que a través de la actual identidad gráfica del Gobierno de la República se busca permear e instaurar una nueva cosmovisión de la historia política mexicana dentro de la sociedad mexiquense.
En segundo término, el mensaje que ofreció el presidente a la nación durante el acto protocolario de transmisión del Poder Ejecutivo en el Congreso de la Unión partió de una severa crítica al sistema liberal y los efectos que ha conllevado al país durante las últimas décadas, en el que además, logró condensar y cohesionar las grandes discusiones sobre los fenómenos y las problemáticas económicas, políticas, sociales y culturales en México, sin embargo, me centraré principalmente sobre su propuesta al perdón y el olvido a diversos actos de impunidad y corrupción realizados por funcionarios de alto nivel en la pasada administración pública, en donde a su vez, ofreció preservar la memoria y “castigar los abusos de autoridad” frente a la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa a través de la generación de una “Comisión de la Verdad”, sin embargo, ¿el perdón y el olvido a los actos de impunidad y corrupción no implica también un abuso de autoridad desde su figura como titular del poder ejecutivo?
En tercer nivel, la apertura de la Residencia Oficial “Los Pinos” como un nuevo centro cultural y de esparcimiento social para la ciudadanía, representa un importante rompimiento del discurso del poder y del paradigma de la apropiación de los espacios que históricamente estaban destinados a ser ocupados por las élites mexicanas, que si bien son de orden público, representaban un sentido privado, en el que si un ciudadano no pertenece a determinada esfera económica-política era imposible acceder a este tipo de delimitaciones físicas, por lo que si bien esta iniciativa es un acierto para la presente administración, hay que reflexionar sobre cuál es la finalidad de abrir este espacio –pues no queda muy claro su objetivo-, pero también, qué implica la apropiación de este espacio público-privado para los más de 120 millones de mexicanos que habitan el país, pues me parece que más allá de abrir las puertas a un recinto que representaba el epicentro del poder político en el país, mi lectura es que se busca exhibir los privilegios, lujos y estilos de vida de la clase política para que más allá de que los visitantes puedan generar conciencia frente a las desigualdades existentes en México, creo que se busca polarizar aún más los imaginarios entre las clases sociales mexicanas, en donde la burguesía sigue siendo la que oprime a los desprotegidos, pero que a través de un “líder de pueblo”, esos privilegios se han consumado.
Es por ello amable lector, que lo invito a reflexionar lo siguiente: si bien la nueva administración federal, investida por la alternancia política del centro a la izquierda inicia el ejercicio de su poder político con claroscuros que son dignos de realizar una crítica, me planteo lo siguiente ¿nos enfrentamos a una nueva etapa en la que la creación de una nueva historia política, la preservación de la memoria, el fomento del olvido y la apropiación de espacios públicos parte de la frase que emitió López Obrador en 2005: “Ustedes me van a juzgar, pero no olviden que todavía falta que a ustedes y a mí nos juzgue la historia”?
Usted tiene la última palabra.