Publicado en febrero 21st, 2019 | por Jesús Armas
Un Pequeño Comentario Sobre la Esquizofrenia
Aún en la actualidad la esquizofrenia es una enfermedad en que se desconocen los artífices o detonantes iniciales y su diagnóstico. Los individuos que la padecen, cuentan con una deficiencia en el aspecto racional de la mente, propiciando su separación con la realidad y su difícil integración con los elementos exteriorizados como normales dentro de una sociedad.
Una sociedad ignorante estigmatiza la enfermedad relacionándola con aspectos únicamente negativos: conductas violentas, contagios ilusorios, poca fiabilidad, nulo mejoramiento del paciente e inclusive creencias de empeoramiento progresivo. Dichos elementos conllevan consecuencias que recaen enteramente en el sujeto afectado, aislándolo del núcleo social; propiciando dificultades económicas, laborales y de salud.
El hombre enfermo es entonces hombre por etiqueta, ha perdido la facultad que lo hace aceptable en sociedad. Es un extraño. Es un ser humano sólo en el sentido abstracto; su personalidad ya no es humana y por tanto ya no pertenece a ellos.
Pero, ¿es entonces el enfermo mental un loco como los demás? ¿Uno que simplemente parte de una regresión de normalidad dentro de una comunidad social?
No sería más correcto verlo como un elemento manifiesto de la lógica interna de los ideales sociales; un peligro en sí, que refleja la crudeza de la integración y su estructura.
El enfermo mental (esquizofrénico) nos contagia, más no en el sentido literal de una patología; nos lleva a un estado de “esquizofrenia social”, en que las voces que se escuchan son iguales para ambos.
Es en ese momento que la angustia nos lleva a la conmiseración y verdadera justicia en el trato hacia el hombre alienado