Aguascalientes City: Homofobia ¿Herencia del Porfiriato?
La semana pasada me obsesioné con la historia del Orgullo Lésbico Gay Bisexual Transexual Transgénero Travesti e Intersexual (LGBTTTI) así que me puse a ver un montón de vídeos para conocer cómo es que comenzó a festejarse esta fecha cada vez más relevante en el mundo occidental y en México.
Una cosa llevó a la otra y de pronto me encontré leyendo la historia del Baile de los 41, un hecho histórico que ha sido intencionalmente ignorado por el oficialismo pero que marcó un antes y un después para la historia queer de nuestro país.
Según cuentan los registros, la madrugada del 18 de noviembre de 1901, se realizó una redada en un domicilio del centro de la Ciudad de México donde fueron descubiertos 42 varones bailando entre sí, de los cuales 21 vestían como hombres y 21 como mujeres, lo que se convirtió en un escándalo de la época al ser los protagonistas miembros de la clase acomodada.
Aunque en total fueron 42 las personas sorprendidas, al final solo se habló de 41 caballeros pues, según el conocimiento popular el hombre faltante no era nada más ni nada menos que Ignacio de la Torre y Mier, esposo de la hija mayor del entonces regente de nuestro país, Porfirio Díaz, quien ante innombrable comportamiento de su yerno, presionó a la prensa para eliminar su registro.
El hecho fue literalmente innombrable pues hasta entonces en el país no había un delito o falta bajo la cual castigar este tipo de comportamiento y de hecho en ese sentido México era de los pocos países que no penalizaban la homosexualidad pero no por el hecho de tolerarla, sino de desconocerla y pretender que no existía.
Ante la falta de un delito en el cual encasillar a los 41 (42) hombres, la policía tuvo que inventarse una falta para poderlos castigar, así que fue entonces que nació el concepto de Faltas a la moral y las buenas costumbres en el país.
Han pasado 119 años desde entonces y sorprende saber que en varios municipios del país el espontáneo invento de las faltas a la moral siga formando parte de los reglamentos municipales, entre los que desafortunadamente se enlista a la capital de nuestro Aguascalientes.
Es así como la madrugada del 11 de febrero de 2018 se realizó una redada en un bar gay del centro de Aguascalientes donde fueron descubiertos varios varones bailando entre sí en ropa interior, lo que se convirtió en un escándalo de la época, al ser los protagonistas de numerosos titulares de periódicos nacionales.
Tras 119 años del Baile de los 41, la madrugada del 11 de febrero de 2018 el concepto de Faltas a la moral y las buenas costumbres volvió a ser utilizado en Aguascalientes como pretexto para clausurar el Bar Casa Danzante pese a lo ambiguo que resulta, quedando abierto a la interpretación de quien impone la multa, como el personal de reglamentos que lo hizo en este caso.
Es así que podemos observar que pese a que la administración de Díaz heredó algunas cosas para Aguascalientes como la industria ferrocarrilera o algo de arquitectura, la herencia más patente es sin duda la homofobia patente que toma forma en la presencia de las Faltas a la moral y las buenas costumbres en los reglamentos municipales.
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