Publicado en enero 26th, 2021 | por Andrea Márquez
Reseñas Sonoras: Billie Marten y su Melancolía Pastel
Después de refugiarme entre melodías y palabras cantadas descubrí un sonido particular que me hace recordar a esa época incierta del año, en donde el otoño a punto de culminar se prepara para teñir sus paisajes de tonalidades azules y blancas. Entre salpicaduras de amarillo y naranja, árboles meciéndose al compás de la música del viento y tardes misteriosas de noviembre, se asoma una mujer de 21 años con un diario entre manos repleto de versos y frases abstractas: Billie Marten.
Con una voz a manera de susurro que tocó cada pedacito de mi alma y una base sonora fundada en el jazz y el indie-folk, Isabella Sophie Tweddle, alias Billie Marten, refleja la dolorosa belleza y la melancolía nerviosa que es la vida. Como si pintara un lienzo con tonos suaves y pastel, muestra la frágil condición humana a partir de sensaciones descomunales como la tristeza, el miedo, la soledad y otros aspectos negativos-positivos que conforman a la existencia de un ser solitario.
Con una persistente translucidez divisé en mi cabeza situaciones catárticas que me hicieron romper, pero que en su momento me hicieron sonreír. Como si musicalizara mi sentir durante la plena paleta de mi juventud, la gracia de su voz me acunó durante mis periodos de angustia mental. “My smile is on the backseat, the back wall. Watch me as I go and separate the ones that I am made to love and hate”. Canta Billie en Mice (Feeding Seahorses by Hand, 2019).
Originaria de una comunidad rural llamada Yorkshire Dales, ubicada en el norte de Inglaterra (y caracterizada por sus campiñas verdes y naturales que rememoran a una novela de Emily Brontë), Billie comenzó a escribir sus primeras canciones a la edad de nueve años, cautivada por una ilimitada imaginación que los espacios y paisajes inexplorados le impulsaban. Sin embargo, el deseo de correr y el ímpetu de ir más allá de lo que sus ojos conocían, la llevaron a consolidar sus letras con tan sólo 17 años.
Cantándole a la incertidumbre, al desazón por el futuro y a la falta de confianza, Marten utiliza una articulación lírica y musical que parece tener un alma mucho más antigua. Sin embargo, aunque su música a su vez es delicada, íntima, confesional e inquisitiva, la experimentación sonora a través de clics de batería y sintetizadores que llegan justo en el clímax, me hacen creer que Billie plasma una fuerte necesidad de audacia. Como si explotara armónicamente. “She’s underwater again, somebody’s daughter and friend (…) Caught as the bird once free, I don’t mind, hope is a distance unreached” (Bird, 2016).
Aunque inspirada musicalmente por Damien Rice, John Martyn, Joan Armatrading, Joni Mitchell, Loudon Wainwright, entre otros; la musicalidad y el estilo de la compositora son tan únicos que me es imposible compararla con otros artistas. Entre otras cosas, el debut de Billie (Writing of Blues and Yellows, 2016) me parece una colección de historias, cuentos, reflexiones y retrospectiva.
Identificándome con su honesto periodo de salud mental, sus primeras canciones me colocaron en el centro de su mente agotada por el exceso de pensamientos. Su voz impregnada de una fragilidad dulce penetró mi conciencia y resaltó mi necesidad de valentía a partir de la sinceridad de su lírica.“Oh my lonely heart, she could hang around for days. Will never leave the house, something more than just a phase. She’d eat occasionally, just as she likes.” (She Dances, 2019).
Con dos álbumes en las plataformas digitales (Writhing of Blues and Yellows; 2016 y Feeding Seahorses by Hand; 2019) y un EP titulado As Long As (2015), actualmente la compositora se encuentra en la producción de su tercer material discográfico. Con un primer sencillo que lleva como nombre “Orange Tree” y una letra un poco más madura, realista y sin metáforas, me hace creer que Billie Marten continúa en busca de su lugar feliz. “I’ve got blood, and I’ve got love. I’am so damn happy to be awake.” (Orange Tree, 2020).
Encuentra su discografía completa en las plataformas YouTube, Spotify, Amazon y Apple Music.