Publicado en enero 28th, 2021 | por Andrea Márquez
¿De Dónde Proviene el Término “Sororidad”?
Me imagino que la mayoría, al menos una vez, hemos escuchado o leído la palabra “sororidad” en alguna parte. Y que si bien, seas mujer o no, feminista o no, es importante que estés al tanto de este importantísimo concepto, ya que su significado y peso histórico traen consigo un gran cambio social, cultural y político. Y no, no es necesario que te pongas los lentes morados ni que te vuelvas feminista para desaprender algo viejo, aprender algo nuevo o deconstruirte.
Entonces, si al menos una vez escuchaste hablar sobre este concepto, o no, aquí te cuento un poco sobre lo que implica el término “sororidad”.
Es importante comprender que todo pacto entre mujeres es un pacto “sororo”. Sin embargo, no hay que entender esa sororidad como una “solidaridad femenina” ni nada por el estilo, pues no por ser mujeres debemos descubrir y compartir esa “esencia femenina” con otras mujeres. Es decir, primero somos personas, seres complejos con conciencia y necesidad de unión. Somos conscientes de que la solidaridad natural no existe y que el hecho de practicar la unión “sólo porque somos mujeres” refuerza la dinámica sexista de la sociedad.
La sororidad no implica que nos amemos unas a las otras, llevarnos bien forzosamente o estar de acuerdo con las ideas y acciones de las demás. No. La sororidad se refiere a crear pactos en donde podamos encontrarnos “entre y como” mujeres; generar vínculos entre nosotras y con los grupos y movimientos a los que pertenecemos; es incluir nuevas luchas, nuevas realidades y alcanzar objetivos colectivos.
Ahora, teniendo en claro qué implica el concepto, ¿de dónde surge la palabra “sororidad”?
El término se deriva de la palabra inglesa “sisterhood” (hermandad entre mujeres), utilizada a principios de los 70’s por Kate Millet: activista, autora y referente del feminismo de la segunda ola. Años más tarde (en 1989), la antropóloga y feminista mexicana, Marcela Lagarde, adaptó la versión en español con el fin de designar la “unión” entre mujeres que luchan por sus derechos.
De acuerdo con la autora en un texto sobre cultura feminista, las francesas llaman a estos pactos entre mujeres “sororité”, del latín sor, cuyo significado es hermana. Las italianas dicen “sororitá” y las feministas inglesas lo llaman “sisterhood”. Sin embargo, el significado para cada uno de estos vocablos es exactamente el mismo: una forma cómplice de actuar entre mujeres.
Asimismo, Lagarde explica que la sororidad sostiene una “una propuesta política” para que las mujeres se alíen, compartan, trabajen y, sobre todo, cambien sus realidades de diversas maneras, recordando en todo momento que todas somos diversas y diferentes. Es fundamental entender que, seas feminista o no, la sororidad nos permite potencializarnos y reconocernos como mujeres.
Hoy en día, en la vida cotidiana, deconstruirte y unirte a las redes sororas implica compartir las luchas, las posibles resoluciones, el análisis de los problemas, la información y el apoyo desde la racionalidad empática. Individualmente, hemos de comprender que la sororidad es escapar de los mecanismos aprendidos en el patriarcado y soltar aquellas viejas “costumbres” que nos afectan a nosotras mismas y a las demás.
Fuente: Claudia Korol, El feminismo compañero de las compañeras feministas, 2016.