Publicado en marzo 5th, 2021 | por Andrea Márquez
Mujeres en el Arte/ 3 Poetas Locales Para Enamorarte de las Letras
Si eres amante de la poesía, sin duda, las letras de estas tres increíbles escritoras locales te harán volar la cabeza:
Lü de Arludi
“La poesía es una forma de habitar y soñar el mundo”
Arlette Luévano Díaz, o también conocida como Lü de Arludi, es una afamada escritora y poeta local de tiempo completo. Escribe desde que tiene memoria, pues las letras han sido parte de ella desde pequeña.
Ha escrito varios poemarios, entre ellos: “Casi Verde”, “Tercera Persona” e “Informe sobre trenes que llegan y desaparecen”. Arlette publicó su primer libro en el año 1996, y además, es una verdadera amante del cine.
“Me gusta la poesía como forma de expresión y búsqueda de la verdad y la belleza, pero también el cuento como juego y ejercicio de la imaginación”.
“Libélulas“
La vi tan cerca: una libélula azul en el jardín,
un brillo de gemas, de sol quebrado,
la promesa del vuelo, el ansia,
el imán de lo imposible.
Quién podría salir intacta de una visión como ésa,
si cada sueño, cada fiebre, cada vértigo, emanan de su memoria.
He visto tantas mujeres así y todas son la misma,
el instante que lo cambia todo,
la casi materialización del paraíso.
Y saberme, sin embargo, tan atada a la tierra,
tan quieta aquí, tan sin locura,
tan sin voluntad como la hoja
que no pertenece al árbol ni a los vientos.
Juego con mis manos:
una sobre otra, trémulas, convulsas.
Se aproximan y son alas
y luego se deshacen.
Thercy Arvizu
“La poesía es un viento multiforme que habita las palabras”
Esther Arvizu, o mejor conocida como Thercy, es una asombrosa escritora y amante del arte y la literatura.
Su género literario favorito es la novela, pues reconoce que le gusta meterse en las historias, conocer a los personajes y volverlos entrañables. Sin embargo, ama la poesía, ya que a través de ella puede apreciar la belleza de las imágenes, de la cadencia, la sutileza o la fuerza de las palabras.
Además de escribir, a Thercy le gusta pasear en bicicleta, pues es un alma libre. Acostumbra a escribir en silencio y casi siempre imagina historias extraordinarias sobre el amor. Disfruta leer desde su cama.
Eres tú, Esther. Sólo tú
Tú sólo la que destruye.
Eres tú la que enturbia el cielo,
la que convierte el canto de un pájaro,
en ríspida gresca.
Eres tú,
la que acumula lágrimas,
la que desperdicia cometas,
la que saborea el dolor
Y lo frota en su pecho,
la que lacera las horas,
la que horada el tiempo.
Esther, mírate en ese espejo,
en esos pasillos fríos,
en la luz que desciende desde el cielo.
Mira tu paso incierto,
tu incipiente rictus de desdicha.
Mira el aire que te conforma,
mira que no eres más que un montón de átomos,
una sombra que cada día se difumina.
Sólo tú Esther tienes esos ojos,
sólo tú puedes ser lo que te pido.
Acalla la sospecha,
transmuta mala yerba en gardenias.
Tus costados desiertos,
pero aun así saciados,
tus manos abiertas,
tus ojos de estrella,
los maullidos que se precipitan en tu escalera
te buscan,
te mira la lluvia,
la noche te atesora en sus entrañas.
Sólo tú Esther
que trepidas
Y blasfemas,
y aprietas,
y revientas
y musitas y murmuras y cantas.
Sólo tu luz es tuya,
sólo tu viento,
sólo tu voz que te habla en secreto,
sólo tú eres tu patria
tu materna vigía y tu aura
Sólo estás tú
y dichosa, pero como Vallejo,
tente pena,
tente amor,
tente paciencia.
Renata Bisnácida
“Poesía es el grito visceral que desgarra el corazón y estalla en la sien, porque ni siquiera las palabras se alcanzan para expresarse y es necesario cometer un suicidio en cada verso para hacerlo arte”
Renata es una reconocida escritora, poeta y rapera local. A los 16 años comenzó a escribir de manera formal con el objetivo de que las personas pudieran ver su reflejo a través de su poesía, de encontrarse o de perderse entre letras.
La inspiración le llega a partir de las personas o la vida misma; suele sacar conclusiones después de ejercicios reflexivos y la observación. En pocas ocasiones ha llegado a escribir sobre experiencias personales.
Es amante de la soledad, ya que le permite escribir poesía y tomarse un café. Le gusta encontrar la belleza en las cosas sencillas de la vida, en los lugares, en las personas y en el mundo en general.
“Desde el espejo”
Notas del periódico de ayer, de hoy
de siempre
sepultan entre líneas a los niños ahorcados
tergiversan los descensos de la noche
para silenciar la violencia a punta de boca y cañón.
En esta ciudad se asesinan gritos
y la bondad despierta con un “buenos días”
la falsa esperanza no tiene censura
ni blasfemias antes de Dios
porque Dios no tiene qué hacer aquí.
En esta ciudad, las voces son pequeñas asfixias
que abrazan la garganta al mirar la luna
donde las agonías se agrandan como el mundo
y en el fondo se entierran vivas las ganas
y en este desolladero nadie dice nada
porque decir es maldecir y hay que acallar
con presiones y hartazgo la grosería de vivir.