Publicado en marzo 23rd, 2021 | por Carlos Olvera Zurita

Safari Urbano / Tortolitas o torcacitas

Los tortolitos no son sólo personas enamoradas, de hecho el apelativo viene de una de las aves con mayor presencia en la ciudad de Aguascalientes, unos pequeños pajaritos que no miden más de 15 centímetros de cola al pico, cuyo gris plumaje les ha ayudado a que se puedan camuflar fácilmente en el pavimento de la ciudades en las que se suelen observar buscando alimento.

La Colombina Talpacoti, también conocida como tortolita o cocochita, es una especie de ave columbiforme, pariente de las palomas, que habita en el territorio mexicano y básicamente en todo el continente americano, ya sea de manera permanente o estacional.

De un pequeño tamaño y pocas diferencias entre hembras y machos salvo que estos últimos son un poco más grandes, las tortolitas se caracterizan por un plumaje gris con toques rosáceos que se camufla perfectamente con el pavimento de las ciudades, lo que las ha convertido en animales que se adaptan perfectamente a estas.

Estas aves prefieren las zonas donde hay árboles, pero los pinos son sus predilectos para anidar cuando no se están alimentando de frutas, raíces, pequeños insectos y semillas; a la vez que son una de las presas favoritas de gatos y otros animales entre los que incluso se encuentran los humanos, pues en algunos países y comunidades se usan como proteína de caza.

Las también llamadas torcacitas son conocidas por sus rituales de apareamiento que empiezan con los primeros rayos del sol, momento que aprovechan para emitir un llamado muy característico que forma parte del soundtrack de la ciudad.

Cuando una tortolita macho se encuentra con una hembra, suelen hacer algunas demostraciones de plumaje y si la hembra acepta se aparean y generan un vínculo en el que ambos se encargan de construir el nido en el que depositarán un par de huevos que cuidarán hasta que las crías puedan valerse por sí mismas.

Aunque no son las aves más llamativas de la ciudad hay que mencionar que las tortolitas son una especie nativa a diferencia de palomas, zanates y tórtolas turcas, por lo que son parte del paisaje del Valle de Aguascalientes mucho antes siquiera de que se construyera la ciudad con todo y su característico canto.