Publicado en marzo 24th, 2021 | por Locus
La Periodista que Reveló una Red Delincuencial
En una entrevista otorgada por la periodista y activista Lydia Cacho para DW Español realizada en marzo del 2019 declaró el “infierno” que vivió a partir del 2003. Fue cuando comenzaban las investigaciones para su libro Los Demonios del Edén, el cual desencadenó miles de amenazas de muerte por parte de los implicados en la exposición de los hechos.
Una investigación a fondo que reveló la gran red de pornografía infantil que existe en México, desató uno de los casos más sonados en contra de altos mandos del gobierno de Puebla. “Estaban implicados políticos, grandes empresarios y gobernadores, y a ellos los unía su gusto por la explotación sexual de niñas y niños menores a quince años”, mencionó la activista.
Fue así, como se comenzaron a hacer presentes las primeras amenazas de muerte hacia la periodista mexicana. “Saliendo de un programa de radio recibí la primera amenaza de muerte vía telefónica, la persona no tuvo problema a identificarse como Jean Succar Kuri”, declaró la periodista con referencia al gran empresario que actualmente se encuentra cumpliendo su condena de 112 años por pederastia.
Fue en el 2005 cuando se realizó la “detención” de la activista de forma ilegal. “Pensé que habían contratado sicarios para deshacerse de mi”, reaccionó ante la forma en la que había sido arrestada por parte de un grupo de personas armadas.
Fueron veinte horas de trayecto por tierra, en el que la escritora fue torturada tanto física como mentalmente. El terror y la incertidumbre se hicieron presentes en Lydia Cacho, por los comentarios de los que la “resguardaban”, quienes insinuaban que no le quedaba mucho tiempo de vida. “Estaban listos para aventarme al mar, cuando el comandante de la policía, que actualmente está detenido, recibe una llamada y menciona que había un cambio de planes, yo tenía que llegar viva a Puebla sí o sí”.
Fue acusada de difamación, una acción ordenada por el entonces gobernador Mario Marín, con el fin de proteger a los involucrados. En dicha investigación la periodista salió bajo fianza por falta de pruebas en contra de ella, pero mantuvo abierta la línea de investigación hacia el mandatario antes mencionado, a los empresarios Jean Succar Kuri y Kamel Nacif, y al entonces director de la policía Judicial de Puebla Adolfo Karam.
Después de todo el proceso legal, la activista vuelve a sentirse “libre”. “Al gobierno le tocó pedir disculpas públicas por todo lo que me habían hecho vivir, pero fue más un acto simbólico”, exclamó.
La periodista buscó por más de catorce años la justicia, tanto para ella como para todas las víctimas a las que le dio voz, y al fin, el pasado diez de febrero, fue declarado con auto de formal prisión el ex gobernador Mario Marín, el principal autor intelectual del delito de tortura hacia Lydia Cacho.
(Dannya Gaytán Molina, 2º Semestre, LCI)