¡Escúchenme! Soy una mujer en el mundo

                                                                                         

 Alejandra López expone en esta artículo su experiencia en Women in the World y la importancia que tiene poner los temas de este congreso en el debate público. Todas las fotos han sidos tomadas por la autora del artículo.

Del 6 al 8 de abril de este año se realizó por séptima vez consecutiva una de las conferencias más importantes en el ámbito feminista: Women in the World (Mujeres en el mundo. En adelante WITW). El encuentro fue organizado por la periodista estadounidense Tina Brown, en el teatro David H. Koch del Lincoln Center de Nueva York. Hace ocho años empezó mi admiración por la ganadora del Óscar, Meryl Streep, y como fiel seguidora sabía que desde el momento en que Tina Brown comenzó con el congreso, la actriz ofreció su apoyo incondicional.

El camino de una fan

Desde hace algunos años había considerado asistir al congreso, principalmente porque Meryl Streep confirmaba su asistencia en cada edición; sin embargo, aunque no había ido personalmente a escucharla, siempre pude seguirla a través de los videos publicados por la página de WITW. El problema para una persona promedio como yo de querer conocer a la mujer que es considerada una de las mejores actrices de todos los tiempos es que puede verla solamente en premieres o en eventos de paga como éste.

El 12 de enero de este año, el Facebook de WITW anunció la venta de boletos, las fechas en las que se realizaría y algunos de los participantes confirmados, entre los cuales, por supuesto, estaba Meryl Streep. No lo pensé ni un segundo y le pedí la tarjeta de crédito a mi mamá. Ella volteó a verme desconcertada y preguntó:

—¿En serio, vas a ir? ¿A Nueva York? ¿Y con quién vas a ir?

No tenía ni idea de con quién iría, pero sabía que era una gran oportunidad para conocerla, y en el caso de que Meryl Streep no asistiera —porque he leído de casos en que confirmó su presencia y un día antes canceló su participación por un resfriado— escucharía a todas esas mujeres exitosas y además conocería Nueva York. Mi mamá, sin decir mucho y no muy convencida, me prestó su tarjeta. Después de llenar los datos del formulario me solicitaban seleccionar la fecha del día en que asistiría. ¿En cuál de los tres días estaría Meryl Streep? Una corazonada me dijo que estaría el primer día, miércoles 6 de abril. Por lo general mis corazonadas no sirven de nada y ésta no fue la excepción. El 14 de marzo la página del WITW subió la agenda en la que se mostraba el programa completo, confirmando a la actriz para el viernes 8 de abril, así que no dudé en comprar mi entrada para ese día.

Llegó el primer día del WITW, y después de la aventura en el metro, logré llegar exitosamente al Lincoln Center. En la entrada del teatro ofrecían un programa en el que se mostraba un breve resumen de los logros de los participantes, así como los horarios en los que se presentarían y otros detalles. El teatro estaba iluminado divinamente en tonos cambiantes color rosa, naranja y violeta. El inicio estaba programado a las 18:00 horas; sin embargo, comenzaron con 30 minutos de retraso. Las luces se apagaron.

Descubriendo un mundo para pensar

El congreso comenzó con un video introductorio; después, en el escenario, la activista Sonita Alizadeth rapeó un manifiesto contra el matrimonio infantil; posteriormente, Tina Brown inauguró el septuagésimo WITW.

Cada ponencia comenzaba con un video introductorio que erizaba la piel, luego cada invitada dedicaba 30 minutos a la discusión sobre el tema a tratar. Los detalles sobran, pero lo importante es que cada una de las mujeres que estuvo en el escenario ha cambiado el mundo, y el mundo ni siquiera lo sabe. La pregunta es ¿por qué no lo sabe? Porque los medios no nos dicen qué pensar, pero sí en qué pensar.

Meryl Streep fue la encargada de clausurar la sesión, para lo cual presentó a siete mujeres que ya están cambiando el mundo. Su discurso fue muy elocuente, pero entre tantas frases inspiradoras que mencionó, la que más llamó mi atención fue la siguiente: “ninguna de nosotras puede hacerlo todo, pero cada una de nosotras puede hacer algo”.

Salí del WITW repitiendo la frase de T. Roosevelt: “con los pies bien plantados en la tierra, pero con la mente en el cielo.” Cada una de las ponencias me golpeó tan duro que sin duda han sido un parteaguas en mi vida. Lo admito, todo esto comenzó por querer ver a Meryl Streep, la mujer a la que he admirado por años, no sólo por su talento sino por su fuerza, determinación y elegancia; una mujer que siempre ha estado a favor de la equidad de género y que ha usado su voz para hablar por las mujeres que no tienen una. Gracias a ella llegué al WITW.

Al volver a casa, mis familiares me preguntaban cómo me había ido, yo llegué tan arrebatada con mi experiencia que quería contársela a todos. Lo primero que comenzaba diciendo era lo siguiente:

—Fíjate que fui a unas conferencias que se llaman Women in the World y hablaron unas mujeres que…

—Ah, sí, qué padre. ¿Y viste alguna obra en Broadway? Yo fui a El Fantasma de la Ópera

Tuve que contenerme. No les importa, a nadie le importa.

—Sí, fui a una obra, pero déjame te cuento que en esas conferencias conocí a…

—Ay ¿a cuál obra fuiste?

Yo, por dentro, me moría de ganas de decir “¡escúchenme!”, de la misma manera en que todas esas mujeres se expresaron esos tres días. “¡Escúchenme!”. Las mujeres no solíamos estar en el mundo y ahora lo estamos; nuestras preocupaciones, nuestras inquietudes, nuestros derechos y nosotras mismas estamos cambiando la Historia.

No es necesario que vayamos hasta Nueva York para escuchar a estas mujeres e inspirarnos para hacer un cambio. No tenemos que ir tan lejos, basta con que decidamos abrir los ojos para percatarnos de las injusticias que se cometen cada día en nuestra ciudad o hasta en nuestras casas y hacer algo al respecto.

Escuchemos a las mujeres, a todas las que no han tenido la oportunidad de contar sus historias en magnas conferencias; a las que no presentan sus casos en Nueva York o a las que no sufren en lugares lejanos y exóticos. Investiguemos, sepamos, apoyemos, involucrémonos.

Las que vi y quiero mostrar

Comparto a continuación ligas y perfiles de las participantes en WITW, para que puedan apreciarlas por su cuenta.

Iman Elman

Iman Elman

Maria Toorpakai Wazir

Maria Toorpakai Wazir

Masih Alinejad

Masih Alinejad

Obiageli Ezekwesili

Obiageli Ezekwesili

 (Las imágenes de base para las ilustraciones de estas cuatro recomendaciones fueron tomadas de la página de WITW, excepto la última que es de Reuters)

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Sobre el autor

Colaboradores que contribuyen con su talento y trabajo a Locus. Aunque no les tocaría chambear por ser egresados, maestros, voluntarios, o bien, especialistas en un tema específico, pertenezcan o no a la universidad. Las opiniones y puntos de vista planteados en los materiales producto de estas colaboraciones son responsabilidad de quien las emite y no necesariamente reflejan el punto de vista editorial de Locus.



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