Investigador de la UAA detecta resistencia de plagas a insecticidas
Una de las plagas que comúnmente atacan los cultivos de maíz en Aguascalientes comienza a presentar resistencia a los plaguicidas. Esos son los resultados preliminares de una investigación que conduce Alberto Margarito García Munguía, del Centro de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA).
García Munguía, que obtuvo en 2015 el reconocimiento al “Investigador que Inicia”, realizó un estudio de susceptibilidad de los insecticidas en plagas agrícolas a partir de una muestra de 14 productos. Según dijo a la Agencia Informativa Conacyt, encontró que el gusano cogollero (Spodoptera frugiperda) ya presenta baja sensibilidad a dos de los químicos: cipermetrina e imidacloprid, que se utilizan en los maizales.
Tomando en cuenta el historial de los plaguicidas que se han aplicado con mayor frecuencia en la región como factor de riesgo de resistencia, el investigador realizó análisis de laboratorio y en campo.
“Cuando vemos esto pensaríamos que Aguascalientes, un estado altamente productor de hortalizas, de maíz, de granos, y el uso frecuente de insecticidas, pensaríamos que ya hay resistencias en muchos productos; sin embargo, nos damos cuenta que la mayoría de estas las plagas todavía tiene sensibilidad a ellos, en solo dos productos encontramos algo de baja sensibilidad”, comentó al reportero Tomás Dávalos.
Ambos tipos de análisis evalúan sensibilidad, resistencia y eficacia. Sin embargo, mientras los de laboratorio lo hacen a partir de parámetros matemáticos para cada plaga, los de campo permiten evaluar las condiciones a las que se enfrentan los agricultores.
“Lo ideal, pudiéramos pensar cada tres o cinco años estar evaluando los productos, pero aquí va a estar en función desde hace cuánto tiempo se están usando los insecticidas. Hay productos que apenas entraron a la región, apenas se están usando, pudiéramos pensar que en unos cinco años ya pudiéramos estar monitoreándolos; sin embargo, los que ya tienen rato usándose, pues sí es importante que pudiéramos tener ya un proyecto para seguir evaluándolos y monitorear su eficacia”, recomendó.
El investigador de la UAA dijo que estos resultados podrían servir para crear cursos para que los agricultores de la región conozcan los resultados y analicen si es adecuado continuar utilizando estos productos o introducir aquellos que está comprobado funcionan, o implementar un manejo integrado de estos insecticidas con otras estrategias sustentables de manejo de cosechas.
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