Políticos, grandes clientes de la brujería
Por: Diana Gutiérrez Castellanos
Fernando Plascencia Martínez se prepara para hacer la segunda parte de su investigación “La Magia como Elaboración Simbólica del Entorno: Jesús María, Aguascalientes”. Para ello, el doctor en Ciencias Antropológicas estudia Neurología, pues la brujería está relacionada con la mente.
A través de sus investigaciones, el académico ha descubierto que la brujería y la política están estrechamente relacionadas. En el proceso electoral 2013, con la continuación de su investigación, pudo darse cuenta de que ambas tratan de convencernos, de hacer de las palabras un hecho social. Incluso descubrió que los políticos acuden frecuentemente a sitios donde se practica brujería.
“La magia está donde no alcanzan nuestras capacidades intelectuales. El sufrimiento o conocer el futuro produce angustia y caos y la magia nos ‘ayuda’ con eso, sobre todo porque es desde el punto de vista de mi deseo. Si hay una profesión voluntarista de deseo es la del político, y es arriesgadísima. Y son buenos clientes, incluso entre ellos mismos les da mucho por el esoterismo, son masones, para buscar seguridad en eso”, afirma.
El investigador de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) afirma que la brujería es una cuestión de la mente a la que recurren los seres humanos como fuente de seguridad cuando no tienen confianza en que algo suceda. Es una forma de manipular la realidad.
“Se puede tomar como magia digital, como lo que permitió crear la informática, pues es ese mismo tipo de pensamiento: imaginación, creatividad, formación de dispositivos intelectuales, y usarlos para manipular la realidad y ponerle sentido y darle a la existencia seguridad”, explica Plascencia Martínez.
Plascencia Martínez publicó en 2009 su primer libro, después de aproximadamente cinco años de investigación. Su principal motivación, cuenta, fue saber de qué se trata happy wheels demo una tradición de más de 50 mil años que sigue en práctica. Le preocupaba sobre todo la cuestión de la persuasión, cómo las palabras se convierten en cuestiones somáticas y en creencias que se transforman en hechos sociales.
Todo se trata de símbolos, acciones que tienen un significado. Un ejemplo, cita, es la herbolaria: te hacían un rito para curarte algún dolor por medio de una planta, pero con su eficacia desaparece el rito, que es el que le da el símbolo y significado para la seguridad.
Donde no entra ni la ciencia ni la religión, está la magia, sostiene el catedrático. Y es que, explica, la religión te dice que te resignes y aceptes tu realidad; la ciencia, que indudablemente te vas a morir, mientras que la magia ofrece esperanza a las personas.
“Dicen por ahí que no existimos, que en realidad todo es cuestión del cerebro y donde trabaja la magia es en el cerebro”, concluye Plascencia.
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