El mundo a través un agujero: la fotografía estenopeica

Como un déjà vu que repite una y otra vez nuestros momentos preferidos… Así nació la cámara fotográfica. Y antes de ella, la estenopeica.

Se dice que la fotografía nació en 1839, pero la historia de la cámara estenopeica data del año 500 a.C. A pesar de su temprana creación, fue hasta la década de 1850 cuando David Brewster comenzó a utilizarla y volverla popular.

La cámara estenopeica no utiliza lentes. Su nombre viene del griego stenos opaios, que significa “provisto de un pequeño agujero” y es a través de ese estonopo que la luz entra y actúa sobre el papel fotográfico.

El Instituto Cultural de Aguascalientes (ICA), en el marco del 40 aniversario del Centro de Artes Visuales, ha creado un espacio de conferencias con fotógrafos del estado para hablar sobre la Fotografía Estenopeica.

Las charlas comenzaron el viernes en el centro de Artes Visuales. La primera llevó por título “La fotografía estenopeica en México”, y en ella participaron los fotógrafos Jorge Camarillo, Citlalli González, Lucía Castañeda y José Manuel López.

“La cámara estenopeica es un artefacto que está fuera de época porque se necesita mucho tiempo para utilizarla y eso ha hecho que se le emplee poco”, mencionó Camarillo.

Por eso, dijo, las fotografías tomadas con este tipo de cámaras deberían ir más allá de la experimentación, del efecto que brinda el aparato.

“Se debería pensar más en el aspecto fenoménico. Es decir, que las fotografías ya no sean una cuestión de registro solamente, sino un proceso, dado que el tiempo de exposición que requieren estas cámaras es largo”, recomendó y consideró que el proceso que exige la cámara estenopeica da al fotógrafo la oportunidad de ir modificando la fotografía.

Lucía Castañeda y José Manuel López hablaron del rescate de cámaras y técnicas fotográficas en nuestros.

Castañeda Garma señaló que las cámaras Holga y a las lomográficas como un nuevo estilo para retratar momentos.

Por su parte, José Manuel López defendió el uso de cámaras estenopeicas como una respuesta a la hiperconectividad de nuestros días.

“Son una respuesta al entorno tecnológico que nos abruma. No como una contradicción o una negación, sino como una forma de dar salida a formas alternativas de sensibilidad y expresión y, por otra, para incorporar de maneras personales tecnologías de distinto cuño como la electrónica, la química, la óptica y la artesanía de crear con las propias manos y la inventiva personal sobre materiales de deshecho, un nuevo dispositivo, personal y único”, comentó en entrevista con Locus.

“En la historia no significa mucho (utilizar este tipo de cámaras), pues significa más para los usos contemporáneos y para la reflexión sobre qué y cómo hacemos imágenes contemporáneamente. Permite que podamos vivir con las mentiras de la estenopeica y conciliar nuestra conciencia con nuestras prácticas”, comentó.

Al concluir la conferencia, abordó también el significado de las imágenes obtenidas con estas técnicas y aparatos:

“Una forma de enfrentarse, al tiempo, al espacio y a la creación. Es un juego entre la magia y la tecnología electrónica, un juego entre el deseo y el control, entre lo elemental y lo complejo, entre lo que parece viejo y lo que parece nuevo”.

Entre lo que se olvida y lo que no.