Publicado en abril 11th, 2017 | por Alejandra Calderón
Investigadora de la UAA estudia efectos de inhalar compuesto de insecticida
La doctora en Ciencias biológicas, María Consolación Martínez Saldaña desarrolla un proyecto de investigación, cuyo propósito es saber si la exposición inhalable de cipermetrina -un pesticida de uso amplio tanto a nivel doméstico como en salud pública y actividades agrícolas- puede ocasionar alergias y afectaciones a las vías respiratorias.
Martínez Saldaña aseguró que hay pocos datos en relación a la exposición vía inhalable, a diferencia de estudios sobre las consecuencias del contacto con este pesticida vía cutánea y digestiva. Su investigación busca una posible relación entre la exposición vía inhalada con el desarrollo de algunas alergias en vías respiratorias, cuya prevalencia ha incrementado en los últimos años.
“La rinitis alérgica es muy frecuente y, aunque no se tenga la certeza de poder establecer esta relación, se está trabajando en el proyecto para así poder ver los marcadores del desarrollo de la alergia en los animales que están expuestos al compuesto cipermetrina”, explicó.
La investigadora comentó que los seres humanos estamos expuestos a una gran variedad de compuestos, muchos de los cuales aparecen en productos que se lanzan al mercado sin tener los estudios toxicológicos que indiquen los posibles efectos que tienen para la salud de los usuarios.
Por ejemplo, señaló, las plaquitas de insecticida que se calientan en un dispositivo conectado a corriente y que son de uso constante en los hogares contienen el compuesto.
Aunque el proyecto se encuentra en la fase experimental, el modelo ya cuenta con cinco grupos experimentales de ratas que serán sometidas a dosis diarias de cipermetrina inhalada, durante tres semanas, de las que se tomarán muestras para medir los modelos de cipermetrina en sangre y tejidos. En caso de obtener un resultado positivo, se procederá a relacionar la presencia de la inflamación con los niveles de cipermetrina que se encontraron con sangre y tejidos.
Una vez transcurridas las tres semanas, se hace un sacrificio y se toman las muestras. Los niveles se verán reflejados al término de la exposición de los cinco grupos.
Martínez apuntó que las instancias que vigilan la exposición a estos compuestos tóxicos y que publican literatura científica en cuanto a los límites de exposición para que no generen un daño, lo hacen en función de la vía de exposición.
Cuando salen al mercado los productos en donde no se ha evidenciado un posible daño a la salud, se comprueban con estudios sistematizados sus efectos y es cuando se restringe el uso de ese producto o incluso deja de estar a la venta.
Finalmente, la científica manifestó que esta investigación, en caso de comprobar un efecto negativo en las muestras, podría dar pie a dar las medidas pertinentes con las instancias que corresponden.