Publicado en junio 19th, 2017 | por Alejandra Calderón
500 mujeres fueron acosadas en la Feria de San Marcos
Alrededor de 500 mujeres fueron víctimas de acoso dentro del perímetro ferial en la edición 2017 de la Feria Nacional de San Marcos; sin embargo, solo 26.2 por ciento presentó una denuncia formal.
Esos son los resultados de la Encuesta sobre Acoso Sexual Callejero que el Centro de Investigación, Desarrollo, Capacitación y Emprendimiento (CIDCE) aplicó entre 600 personas -99 por ciento mujeres y uno por ciento hombres- de entre 15 y 60 años de edad que asistieron a verbena.
Las que dijeron haber sufrido acoso expresaron haber sentido inseguridad, miedo, impotencia y repulsión ante actos de violencia sexual en el perímetro ferial.
El acoso sexual se define por el miedo y la incomodidad, señala el estudio.
“No todos los comentarios ‘piropos’ van acompañados de avances físicos indeseables, pero por seguridad, no se puede ignorar esa posibilidad”, precisa.
De acuerdo con las respuestas de 84 por ciento de las encuestadas, la zona de antros y merenderos, El Encierro, Expo Plaza y las calles J. Pani y Nieto son los lugares en donde ocurre con mayor frecuencia el acoso sexual.
En contraste, los lugares más seguros y libres de violencia sexual durante la Feria resultaron la calle Madero, el Andador Carranza y la Isla San Marco.
Las formas de acoso sexual callejero de las que fueron víctimas 40.5 por ciento de las mujeres fueron persecución, tocamientos y acercamientos inadecuados por parte de algún hombre; 31 por ciento fue blanco de miradas lascivas, silbidos, chisteos y palabras con connotación sexual.
A pesar de la frecuencia y las formas invasivas del acoso, 72.7 por ciento de las víctimas no denunció el hecho. Aún así, 98 por ciento de las encuestadas se dijo de acuerdo con que exista una ley que sancione a los acosadores callejeros.
El CIDCE indicó que gran parte del problema estriba en la definición del acoso sexual en lugares públicos, en las calles o en el transporte público. Esa línea es borrosa o simplemente no existe. Lo que para algunos es un simple saludo, para una mujer encerrada en un transporte público o que camina por la calle, puede ser una amenaza.
Fuente: Comunicado de Prensa CIDCE