Publicado en noviembre 30th, 2017 | por Vladimir Flores
Complejo Tres Centurias
“En testimonio de gratitud a las generaciones ferrocarrileras y familias de Aguascalientes, unidos, sociedad y gobierno, realizamos esta obra orgullosos de nuestro pasado, viviendo intensamente nuestro presente y construyendo nuestro futuro”, son las palabras impregnadas en la placa que da presentación al Complejo Ferrocarrilero “Tres Centurias”, ubicado en la calle 28 de Agosto S/N, barrio de la Estación, el cual fue oficialmente inaugurado el 24 de marzo de 2003, por el entonces presidente de la república, Vicente Fox y el gobernador del estado Felipe González González en homenaje a la llegada del ferrocarril a Aguascalientes, el 24 de febrero de 1884.
No sólo es un parque donde las personas pueden ir a despejarse y convivir con la familia y amigos, sino que representa un importante símbolo de identidad e historia hidrocálida a la que tanto aguascalentenses como turistas pueden acceder de manera gratuita, salvo zonas muy específicas (por ejemplo, el Museo Ferrocarrilero) en donde se cubre un costo mínimo por el ingreso, pero cuya cuota no es excusa para no ir a conocer una cara en el cubo de la historia aguascalentense.
Al llegar a la entrada que está en Alameda, esquina con Gómez Morín, sale a relucir un complejo de las máquinas ferrocarrileras que circulaban por la estación local, es el 2708 N de M, que contaba con una capacidad de 10 mil galones de agua y un poco mas de cuatro mil galones de aceite, requeridos para ejecutar eficazmente sus recorridos. Al lado de éste, lo acompañan algunas estatuas en homenaje a los garroteros y conductores de trenes de la época del vapor en la División Centro (a la que pertenecía Aguascalientes), como Cornelio Cecero Terán “El maquinista elegante”.
Al caminar rumbo al parque donde se concentra la mayor cantidad de áreas verdes del lugar, un pergamino plasmado en una barda señala al Barrio de la Estación como un lugar histórico de la ciudad, pues fue ahí donde se vio nacer la prosperidad que el ferrocarril proyectaría en Aguascalientes; un fragmento de lo escrito ahí señala lo siguiente: “En este hermoso barrio se han conjuntado tradición y modernidad… (La modernidad) llegó a Aguascalientes en 1884 con el ferrocarril Central Mexicano, pues su tecnología del vapor pondría en movimiento no sólo las grandes locomotoras: se transformaría también la economía y nuestra adusta sociedad del siglo XIX”.
Continuando sobre el parque, pueden observarse varias estatuas así como pinturas en honor a personas que con hallazgos heróicos o acciones civiles, dejaron su huella en la historia ferrocarrilera no sólo del estado, sino del país; tal ese el caso de Felipe Pescador Valles a quién en 1971 se le homenajeó por ser el iniciador de la Mexicanización de los Ferrocarriles Nacionales (en 1909), y de Ventura Salazar Ramírez “héroe de Guadalupe, Zacatecas”, quien perdió su vida el 27 de marzo de 1946, intentando parar el sólo un tren de carga que colisionaría con otro estacionado frente a la estación de Guadalupe, logró disminuir la velocidad y ese día la única muerte suscitada fue la suya, gloria eterna a Ventura Salazar.
Sin lugar a dudas, los sitios más característicos y simbólicos que se pueden encontrar en el complejo, son el Museo Ferrocarrilero, ubicado en lo que antes fue el Almacén de Carga y que entre los temas de importancia que menciona, destaca la historia de Jesús García Corona, “El héroe de Nacozari” y la réplica de la estación, que ofrece un panorama traducido de lo que fue antes la ciudad y el tipo de ferrocarriles que transitaban por la misma, acompañándose de herramientas de trabajo que permanecieron para volverse objetos simbólicos e históricos.
Mucho se puede aprender e interpretar sobre el cómo fue la vida en la tierra de las Aguascalientes, y por tanto, cómo ha ido evolucionando hasta nuestros días en los diferentes sectores, aunque sobre todo en el económico y el social, es cuestión de darse un momento para salir en familia o con los amigos y tener la disposición de conocer algo diferente pero valioso, basta con leer la placa ubicada frente al ferrocarril 2708 N de M, presentada en el CXIII aniversario (en 1970) de la locomotora de vapor, para dar cuenta de la influencia que dejó: “…máquinas que aunque retiradas del servicio, siguen viviendo en el corazón del pueblo de México, principalmente en el de los ferrocarrileros de Aguascalientes, ciudad netamente rielera”.
¿Sabías qué…?
El hospital ferrocarrilero de Aguascalientes era el mejor en su clase; contó con el primer equipo de rayos X de la región, un modesto laboratorio de análisis clínicos, cuartos para enfermos delicados, además de dos salas generales con camas; era un hospital de concentración, albergaba a los pacientes hasta su recuperación.