Cinefilia

Publicado en marzo 1st, 2018 | por Jose Enrique Azamar

Call me by your name: la magia del primer amor

Todos los años, mes con mes y semana tras semana, somos bombardeados con diferentes películas con buenos presupuestos, actores súper estrellas e infinidad de efectos especiales. Y aunque no es queja, es imposible negar que a veces lo que se necesita es algo de calma. Una película con un amor que surge lentamente,  hermosos paisajes naturales, música clásica y talentos, para algunos, desconocidos.

Dirigida por Luca Guadagnino, Call me by your name es la adaptación de la novela homónima que cuenta la historia de Elio, un joven de 17 años que pasa el verano con sus padres en una hermosa casa de campo en Italia. Su vida da un giro inesperado con la llegada de Oliver, un estudiante americano que pasará una temporada en su casa por motivos académicos. Así nace una relación tan hermosa como devastadora, características típicas del primer amor.

Cal me by your name es la pieza de cine independiente que para muchos se volvió la mejor película romántica del pasado año, tal vez porque, contrario a muchas películas con romances homosexuales, se centra más en el amor que nace entre dos seres humanos y no tanto en el género de éstos. En la historia el hecho de que ambos protagonistas fueran hombres jamás supuso un problema, por lo que los acontecimientos en pantalla, libres de prejuicios, se prestan para que el espectador se sienta identificado en diferentes situaciones.

La química entre Timothee Calamet y Armie Hammer es más que palpable. Nos hacen desear que ese verano de 1983 nunca termine, que los protagonistas puedan disfrutarse el uno al otro y que esa marca agridulce que nos deja el primer enamoramiento no se haga presente: No en el siguiente minuto. No en la siguiente escena. No en toda la película. Nos hacen desear una felicidad pura que sabemos que tal vez nunca se haga presente.

La película se toma su tiempo para respirar. Escenas que a simple vista pueden parecer innecesarias hacen que los sentimientos mostrados en pantalla crezcan de forma natural, que nada se sienta forzado. Sonrisas, miradas, roces… El amor en Call me by your name va creciendo con ayuda de pequeñas intervenciones que finalmente desembocan en apasionadas secuencias que hacen de la película un producto sexy y erótico.

Invitados están a prestar atención a una de las escenas finales. La conversación entre Elio y su padre cuenta con uno de los discursos sobre el amor más hermosos y certeros que podremos apreciar en la pantalla grande.

Con cuatro nominaciones al oscar, película, actor, guión y canción, y una secuela prometida, Call me by your name se ganó su lugar en la temporada de premios y se convirtió en esa película que no sabíamos que necesitábamos.

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