Pavel Ernesto Zavala; docente UAA
Pavel Ernesto Zavala Medina se licenció en Filosofía en la UAA, obtuvo una maestría en Filosofía de la Religión en la UNAM. Nacido en Culiacán, Sinaloa.
El perfil del profesor
Ha trabajado principalmente como profesor de filosofía en la UAA. Tuvo la oportunidad de ser asistente de español en Francia, que le proveyó reevaluar las creencias en sus propias ideas. Fue colaborador de Autonomía en La Jornada y presidente de la Asociación de Estudios Éticos y Filosóficos de Aguascalientes (AEEFA), trabajando desde otra perspectiva la divulgación filosófica. Formó parte del equipo de comunicación del congreso del estado de Aguascalientes, traduciendo el lenguaje jurídico en lenguaje común, para ser entendido por toda la población.
De niño le gustaba mucho la literatura pero sólo aquella que era crítica con el sistema, recuerda “La madre” de Maksim Gorki, Fahrenheit 451, entre otras obras que lo dejaban pensando y le llamo la atención que la literatura no sólo era “para deleitar” sino también para hacer una crítica.
Por otra parte él quería estudiar paleontología, y un artículo de Stephen Hawking lo hizo cambiar su perspectiva de la ciencia, pues el artículo decía que esa ciencia no llegaba a verdades matemáticas y precisas como las de la física, esto le motivó a cambiar la perspectiva sobre la ciencia, al darse cuenta de que muy pocos conocimientos pueden comprobarse con los sentidos, cuestionándose respecto a qué era la ciencia.
“El físico hace física, el químico hace química, pero cuando se preguntan “¿Qué es la física?” ¿Qué hace la química? Ya no hacen física o química, hacen filosofía.”
En el proceso de estudiar filosofía le llamó la atención la filosofía de la religión porque la creencia religiosa es algo constante a los grupos humanos, enfocando también su línea de trabajo a responderse “¿Cómo una persona científica puede tener creencias religiosas?”
Cuando era chico su familia dejó de asistir a misa, pero aún así continuaba yendo al catecismo. Le parecía extraña la devoción de las otras personas, los rituales que hacían le parecían ridículos.
“Yo nunca sentí esa emoción, ese sentimiento religioso, para mí siempre fue una especie de contradicción”
Desde chico empezó a leer sobre dinosaurios y se fue adentrando en la paleontología esto fue lo que le hizo entrar en confusión al respecto:
“El sábado me dicen que el mundo existe desde hace 5 mil años pero en mi casa toda la semana me la paso leyendo sobre animales que vivieron hace 65, 70 happy wheels demo millones de años, que el mundo tiene 3 mil millones de años o más”. Una idea que cultivó en él la crítica hacia este tema y su alejamiento de la religión.
–Siendo filósofo de la religión, ¿Cuál ha sido el choque más fuerte que ha experimentado?
“El choque más fuerte que he tenido ha sido con mi familia, me ven como el bicho raro que va a los bautismos pero no va a la misa, sólo llega a la fiesta[…] me dicen ‘dices que no crees pero en las bodas de tus primos o en los bautismos de tus sobrinos aquí estás, vas a misa’, sí, sí voy, hago el ritual pero el ritual para mí es un ritual vacío, es una cuestión formal. […] Es para encajar socialmente, si no voy a la misa no voy a ir luego a la fiesta”.
La motivación del profesor Pavel es la curiosidad del saber qué pasará en el ámbito de la religión, en la crítica, respecto a Dios, pensando que la religión crea un sentimiento de comunidad a partir de la creencia en un mismo Dios.
–¿Algún consejo que guste darle a la comunidad universitaria?
“A cualquier estudiante del Centro de Ciencias Sociales y Humanidades que no se les olvide dos cosas: Hay que saber leer y saber escribir, porque así como el médico puede decir que su función es salvar a una persona y que por eso tiene que saber cómo funciona el cuerpo humano, así un historiador, un comunicador, un filósofo, un abogado incluso tiene que leer y escribir bien, porque eso es precisamente lo que nos hace humanos, la comunicación, la cultura, y si no dominamos lo más básico que es leer y escribir estamos fallando”
Sobre el autor
Juan Jesús Tlapalamatl Me gusta escuchar música y cantar en todo momento, leer en mis ratos libres y conversar con la gente de cosas sin sentido aparente.
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