Publicado en marzo 11th, 2019 | por Juan Jesús Tlapalamatl
El primer documento que exigió la emancipación femenina
En 1791, una mujer francesa de nombre Olympe de Gouges elaboró un documento que pasaría a revolucionar las relaciones entre humanos e impulsar un movimiento que ahora llamamos “feminismo”.
Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, era el nombre del documento en donde la francesa proponía, en contexto con la revolución de su país, una igualdad jurídica entre hombre y mujeres, luego de que diferentes documentos, como la Declaración del Hombre y del Ciudadano, o declaraciones de independencia como la estadounidense, negaran los derechos legales a las mujeres, siendo los hombres los únicos beneficiados.
Ejercer algún tipo de poder, la posesión de propiedades o la libertad de expresión o educación, eran algunos de los derechos que pretendían igualar a ambos. Por ello Olympe de Gouges proponía que tanto hombres como mujeres construyeran la ley y pudieran ser pilares del poder político.
El artículo primero, por ejemplo, se enuncia así:
Artículo 1º: La mujer nace libre y permanece igual al hombre en derechos. Las distinciones sociales sólo pueden estar fundadas en la utilidad común.
Reclamaba que, luego de apoyar en la revolución que destituyó a Luis XVI, no se reconociera la labor de la mujer, regresándolas al trabajo y roles doméstico, negando también la participación en el nuevo gobierno.
A pesar de que su documento se presentó e insistió porque se aceptara en la Asamblea Nacional Francesa enviando cartas de protesta, simplemente fue ignorado, negando la emancipación de la mujer.
Hombres y mujeres deberían tener el mismo derecho, y el primer paso que se debía hacer, según ella, era cuestionarse de la superioridad del hombre sobre la mujer y la exclusividad del atributo de la inteligencia al hombre, dando razón a la igualdad entre ambos.
Olympe de Gouges murió en la guillotina dos años después de que escribiera el primer documento reconocido que exigía los derechos de la mujer, y aunque en su tiempo no tuvo la repercusión deseada, es innegable que este haya sido uno de los primeros pasos que abrió la senda para que actualmente se siga luchando por esas libertades e igualdades legales.
“La mujer tiene el derecho de subir a la guillotina. También debe poder subir a la tribuna”
– Olympe de Gouges