La maternidad y el estudio: Estefany y Emilia
Si queremos hablar de cómo nació el día de la madre tenemos que remontarnos a los antiguos griegos quienes rendían honor a Rhea, la madre de los dioses Zeus, Poseidón y Hades, entre otros.
El 10 de Mayo en México y en diversos países de Centroamérica, como Guatemala, o de Medio Oriente, como Qatar, se celebra el día de la madre como una festividad adaptada de nuestro país vecino, Estados Unidos. Lo anterior llevó a que en 1949 el presidente mexicano Miguel Alemán Valdés inaugurara el Monumento a la Madre en la Ciudad de México.
Es por ello por lo que, aquí en Locus, quisimos hacer homenaje a dos madres que luchan por sacar adelante sus estudios. Estos son los casos de Mónica Estefanía y Emilia, ambas estudiantes de décimo semestre de la carrera de Comunicación Organizacional.
Estefy, como le gusta que le llamen, se enteró de su embarazo en octavo semestre, y junto con su pareja vieron muchas opciones, puesto que la noticia les había “caído” de sorpresa a ambos, pero al final decidieron tenerlo.
“El ser mamá me ha cambiado la vida por completo, he tenido que aprender a organizarme y trabajar más, y tener mucha paciencia y respeto hacia el actuar porque ya dependes de una personita y ella depende de ti”, comentó Mónica.
Por su parte, Emilia lleva siete meses siendo madre, también se embarazó en octavo semestre y no sabía si iba a continuar con su escuela, se iba a atrasar o qué iba a suceder, sin embargo, hoy está a unos meses de terminar su universidad.
Cuando recién supo de su embarazo Estefy se preguntó, nos comenta, “¿Cómo voy a ir a la universidad embarazada? ¿Qué van a decir? ¿Qué van a pensar?” pero se dio cuenta que en realidad el embarazo era una cosa normal, y que no había por qué evitar acudir a la escuela.
El reto al que se ha enfrentado ahora, con su hija, es a cambiar su forma de pensar y de actuar, trabajar más y ver por el futuro y empezar una familia. Pero ella para organizarse planea su día y considera que la comunicación con la familia y la empatía con sus amigos son cosas muy importantes para llevar mejor las cosas.
A Emilia le dio mucho miedo dejar de estudiar, ya que tenía la experiencia de compañeras que les había sucedido lo mismo y habían dejado sus estudios truncos, pero decidió continuar, aunque le es frustrante llevar la carga de la escuela y sus hijos, pues lo primero no permite darle suficiente tiempo a su hija.
“Por ejemplo, cuando tengo que estar desde temprano en la universidad y salgo hasta las nueve, ya no la vi (a su hija) en todo el día porque llego y ya está dormida, pero creo que eso es algo que va a valer la pena porque voy a ser una madre con una licenciatura y una carrera”, nos dice Emilia, cuyo reto más difícil fue ir embarazada a la escuela porque sentía mucha vergüenza.
La abuelita de Estefanía es quien le ayuda a cuidar a su niña, pero a veces, por diversas circunstancias, no puede hacerlo y la lleva a la escuela por lo que es necesario hablar con los profesores, quienes también la han apoyado
La universidad también ha sido muy flexible con su situación, desde el embarazo con las consultas hasta la actualidad, la institución ha integrado a las mujeres embarazadas evitando que se sientan juzgadas.
Emilia, por su parte, tuvo que hablar con la decana y la jefa de departamento de la carrera, ya que iba a tener a su hija por cesárea y no podría acudir a sus clases. Ellas le apoyaron, al igual que los profesores con los trabajos y tareas que permitieron ser entregadas mediante la web.
Estefy nos menciona a manera de conclusión que “si ves que alguien está embarazada dale preferencia, si necesita ayuda ayúdala o pregúntale cómo está […] ese simple hecho es suficiente y lo puedes expresar con una simple sonrisa”, comentó”
Emilia quiere agradecer a todas las madres porque sí son mucho apoyo a cada uno de nosotros, “no sé si a todos les toque la buena suerte pero a mí me tocó la suerte de una mamá que me apoya por completo y le estoy agradecida”.
Sobre el autor
Juan Jesús Tlapalamatl Me gusta escuchar música y cantar en todo momento, leer en mis ratos libres y conversar con la gente de cosas sin sentido aparente.
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