Estrés, ese Compañero Incómodo
Actualmente uno de los padecimientos más frecuentes entre las personas de cualquier edad es el estrés. Definido como un sentimiento de tensión física o emocional, este incómodo compañero de viaje es producido por muy diversos factores, desde el tráfico intenso de “la hora pico” hasta los problemas económicos, familiares, laborales, escolares, etc. Pero… ¿existe realmente una cura a este padecimiento?, la verdad y por experiencia propia no. Ninguna medicina, tratamiento ó técnica termina con el estrés por arte de magia. Entonces… ¿cuál es la clave para no padecerlo o lidiar con él?, bueno, la mejor manera de “capotear” al estrés radica en la inteligencia para reconocer y sobretodo reaccionar a los “detonantes” de la alteración, es decir, ¿qué me provoca la tensión y algo muy importante identificar qué es lo que mi cuerpo está sintiendo.
Al darme cuenta de lo que estoy sintiendo me doy más importancia a mí mismo que a la situación que me provoca el estrés, luego entonces una alternativa infalible para retomar los estribos es controlar nuestra respiración, tomarnos unos minutos y llenar de oxígeno nuestros pulmones, poco a poco nuestro ritmo cardíaco, sudoración, etc. se calmará e inmediatamente habrá que emplear nuestro criterio, inteligencia, experiencia y sentido común para pensar y actuar como se dice vulgarmente “con la cabeza fría”.
He tomado varios cursos de formación de profesores en la UAA sobre este tema buscando la cura mágica para el estrés pero después del algún tiempo me he dado cuenta que por más cursos y personas especialistas que traten de ayudar, sino tengo el control de mí mismo y mis emociones, todo lo demás no sirve de mucho. El estrés puede ser tan ridículo que nos estresamos de lo que pasó, de lo que está pasando y de lo que pasará, incluso nos estresamos por las vacaciones o por algo que quizás nunca ocurra. Esto nos sucede con mayor frecuencia cuando no tenemos el control de las circunstancias pero si podemos tener el control de nuestro cuerpo y del razonamiento para actuar en consecuencia.
Se dice fácil, pero para las personas que sufrimos este mal es practicar diariamente para aprender a controlar a ese compañero incómodo que es el estrés. Si tú sientes estrés en estos momentos de incertidumbre por la situación de contingencia que vive nuestra sociedad, tómate un tiempo, respira profundamente, cierra tus ojos y no pienses en nada, hazlo hasta que te sientas más tranquilo y acto seguido identifica el detonante de tu estrés y que tu inteligencia se imponga a la emoción negativa para encontrar soluciones y reacciones pensantes. Mucha Suerte.
