Cultura y Entretenimiento

Publicado en mayo 21st, 2020 | por Locus

El Misterio de las Flores en la Tumba de Caroline Walter

Caroline Christine Walter nace en 1850 en una Prusia en pleno crecimiento económico y demográfico. Su vida transcurre como la de las demás niñas, crece en un ambiente alegre y tiene una infancia feliz hasta que llega la muerte prematura de sus padres. Entonces, su mundo confortable se derrumba y junto a su hermana Selma se traslada a vivir a casa de su abuela en Friburgo.

Cuando su hermana se casa, Caroline se va a vivir con ella y su marido, pero una vez más el destino se cruza en sus caminos y la felicidad les dura poco. A principios del verano de 1867, antes de cumplir los 17 años, Caroline contrae la tuberculosis, una enfermedad que termina con su vida pocas semanas después.

Su hermana Selma no quiere que Caroline quede en el olvido y encarga a un importante escultor un monumento de la joven fallecida para que todo el mundo pudiera recordarla. La obra representa a Caroline dormida en su cama mientras lee su libro favorito y deciden colocarla sobre la tumba junto a una de las paredes exteriores del cementerio.

Familiares y amigos acuden casi a diario durante los primeros días a visitar la tumba y depositar flores sobre ella. Hasta aquí todo normal, pero pasa el tiempo y la hermana descubre que, aunque las visitas cada vez son más espaciadas, no faltan las flores frescas bajo su brazo. Entonces empieza a sospechar de un admirador secreto, tal vez aquel tutor que mostraba especial interés por la joven Caroline.

Pero pasan los años, ya no hay nadie que se acuerde de ella ni que se puedan interesar por Caroline, sin embargo, las flores siguen apareciendo cada mañana sobre su tumba. Es entonces cuando los cuidadores del cementerio comienzan a preguntarse quién será la persona misteriosa que lleva flores y establecen un turno de vigilancia. Después de varias semanas de guardia aseguran que no han visto a nadie.

Han pasado los años y el misterio continúa, pues haga sol, llueve, ventee o nieve no hay un solo día en el que no aparezcan flores frescas sobre la tumba de Caroline, testigos de ello los centenares de personas que cada año acuden al viejo cementerio de Friburgo a contemplar, no sólo el misterio de las flores, sino también la belleza del monumento.

(Yozelyn Gómez, 4to. LCI)

FacebooktwitterFacebooktwitter

Tags: , , , ,


Sobre el autor



Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

De regreso a inicio ↑
  • Nombre

    Correo electrónico

    Asunto

    Mensaje