Publicado en mayo 24th, 2020 | por Locus
Monóculos y el Efecto Mandela
Como alguna vez dijo Craig en Malcolm el de en Medio “Ésta es una que todos se saben”; el “Efecto Mandela” es a grandes rasgos, la sensación de que algo es 100% seguro real no fake de una forma, pero resulta ser que no lo es.
Por ejemplo, un clásico, recordemos al señorito del juego de mesa que hace que las amistades se rompan más que en el UNO: Monopoly. Pues el juego tiene como imagen desde siempre a un señor con traje, sombrero y un monóculo corriendo con unas bolsas de dinero, la descripción parece ser correcta, sin embargo, si ya se sabían este ejemplo, o son muy fijados, el señor don Monopoly nunca ha utilizado un monóculo, como la mayoría de las personas puede jurar haber recordado.
Todo este embrollo comenzó con el que le dio nombre al asunto: Nelson Mandela, cuando fue el momento en el que el ex presidente falleció por problemas de salud, hubo personas que tiempo después juraban que éste había fallecido en la cárcel, luego llegaron locos haciendo teorías de que las personas con recuerdos diferentes venían de otra dimensión donde eso sí había pasado, aunque la verdad es que sólo es una confusión fruto de los detalles desapercibidos de la sociedad, lo del hombre del Monopoly es exactamente en un aspecto físico que es mínimamente relevante, digo, un monóculo en una persona con aspecto elegante es algo estereotípicamente normal, un detalle sin relevancia, el monóculo no hace la diferencia en don Monopoly, sólo es un extra, quitémosle el sombrero y sería un caso más grave, quitémosle el traje negro y cambiémosle el color y si siguiera un efecto Mandela en esos casos sí que sería más relevante, pongamos otro ejemplo:
Otro clásico, a este punto ya sabemos que Darth Vader nunca dice el mítico “Luke, soy tu padre”, sin embargo, la frase se volvió icónica por el tipo de plot twist que se generó, para darle un contexto al mundo de Star Wars es más referenciable decir primero el “Luke;, sin éste, la frase no tendría el impacto que tuvo, un solo “Yo soy tu padre” no hubiese tenido el mismo impacto. Así que ya lo saben, no hay personas de otras dimensiones (o sí), don Monopoly no lleva monóculo y la colita de Pikachu no termina en una franja roja.
(René Estrada, 8vo. LCI)