Publicado en agosto 17th, 2020 | por Carlos Olvera Zurita

Safari Urbano: Un Perro con Alas

Bienvenido querido lector a esta sección dedicada a la zoología, especialmente a los animales que habitan nuestra ciudad a los cuales solemos ignorar como lo hacemos con lo que sucede a nuestro alrededor y, resulta contradictorio, que sepamos más sobre los hábitos y la vida de un león africano que del pajarito que se posa en los cables frente a nuestra casa o la araña que vive abajo del bóiler.

Comencemos con este informe semanal hablando de los perros, pero no de esos mamíferos cuadrúpedos a los que les hemos dado el título del mejor amigo del hombre, sino de unos que tienen pico, alas y duermen en los árboles, los cada vez menos comunes Perritos de agua.

Conocidos como Perritos de Agua en Aguascalientes y la región, los Nycticorax Nycticorax o Pedretes, son una especie de garza migratoria que puede ser avistada en nuestra ciudad, principalmente a inicios de la época de lluvias.

Los perritos de agua son fáciles de reconocer pues son muy parecidos a las garzas blancas comunes pero con el cuello más corto y el cuerpo un poco más rechoncho, aunque llegan a medir hasta 65 centímetros de alto.

Cuando son maduros son fáciles de reconocer pues en las partes del pecho y los costados de su cuerpo tienen el plumaje blanco, y en el lomo y la parte superior de la cabeza sus plumas se tornan negras, además que tienen los ojos rojos.

Las crías por otro lado, cuentan con un plumaje pardo, perfecto para camuflarse en las ramas de los árboles donde anidan y desde donde emiten un llamado que asemeja el ladrido de un perro, de ahí el mote con el que se les conoce a estas aves y desafortunadamente el mismo motivo por el que son cada vez menos comunes, ya que son ahuyentadas por vecinos que no soportan su ruido nocturno.

A los humanos, se suman otras criaturas citadinas que cazan a los perritos, como los gatos, motivo por el que estas aves necesitan anidar en árboles cada vez más altos, que en Aguascalientes se suelen encontrar en parques como el Tres Centurias y otros lugares cada más aislados.

Es una lástima que estas garzas migratorias sean cada vez más escasas en Aguascalientes pues además de comer pequeños peces y reptiles, llegan a alimentarse de roedores más pequeños como los ratones, sirviendo en el control de plagas.