El Cine Comunitario, Buscando Alternativas a la Creación Documental

En estos tiempos de pandemia y de confinamiento, estamos construyendo y deconstruyendo otras maneras de dialogar, de conversar y de encontrarnos. La virtualidad es un límite a la comunicación a la vez que desdibuja una frontera y nos permite establecer diálogos transfronterizos, generar espacios para repensar los conflictos que nos atraviesan como región y en la coyuntura.

En ese sentido, el pasado 3 de septiembre asistimos al conversatorio virtual “Post lamentos: Alternativas de creación documental”. Una conversación que pretende exponer diferentes perspectivas respecto a la continuidad del hacer cine documental, pese a las limitaciones actuales, buscando explorar alternativas para seguir filmando a lo largo del continente.

El dialogo lo integraron, compañeros como: Orgun y Diuren Wagua (Panamá) de Wagua Films, Leiqui Uriana (Colombia – Venezuela) de Anakaa Films, Daniela Camino (Chile) de MAFI (Mapa fílmico de un país) o Diego Sarmiento (Perú) de HD PERU – DOCLA. Después del dialogo entre los participantes, se abrió un espacio a las preguntas del público virtual que también aporto unas reflexiones muy interesantes.

En primer lugar, se destacó por parte de la organización que la emergencia sanitaria actual, que ha generado una crisis que ha evidenciado una serie de desigualdades y de problemáticas, sociales, económicas, culturales y políticas en los distintos países de América Latina, para abrir el conversatorio interrogando a los participantes sobre como su obra y sus procesos de realización se han visto afectados por la coyuntura.

Ante este interrogante, Diego Sarmiento, señala que la mayor afectación a su trabajo la ha sufrido respecto a un documental, co-producido con la compañera Leiqui, que estaba en fase de investigación en las comunidades del Amazonas, y que se ha visto paralizado debido a la centralización de las políticas públicas de Perú que se han centrado en las grandes ciudades, dejando de lado las comunidades más alejadas, sobre las que trabaja el documental.

Por su parte, Leiqui Urianam habla del reto que ha sido adaptar los procesos de formación audiovisual que desarrollan en su comunidad wayuu, celebrando que han podido seguir realizándose pese a las adversidades, con el apoyo de organizaciones internacionales. A la vez, que con el apoyo de estas organizaciones se ha abierto la posibilidad de organizar dos campañas comunicativas que abordan temas relacionados al proceso de la pandemia al interior de la comunidad.

Los compañeros de Wagua Films, Orgun y Diuren, señalan cómo el contexto de la pandemia se presentó ante ellos como la oportunidad de repensar un poco más el mensaje que querían transmitir con el largometraje en el que actualmente están inmersos. Orgun por su parte señala que la pandemia, también ha sido la oportunidad de iniciar a escribir otros proyectos y conectarse con otras organizaciones y compañeros de diferentes medios indígenas para colaborar. Además de pequeños talleres virtuales de cine documental como herramienta de empoderamiento de jóvenes indígenas en la ciudad, que han arrancado desde la productora.

Daniela Camino, subraya la pandemia como la oportunidad de mirar con perspectiva el proyecto MAFI (Mapa fílmico de un país), a organizarse y apoyar a las comunidades con las que ya venían trabajando desde hace tiempo, organizando colectas, denominadas ollas comunes, que se iniciaron en tiempo de la dictadura, con el objetivo de paliar esta vez, la crisis social y las necesidades surgidas de la pandemia.

Esto es un breve resumen de los compartido por los participantes, les invito a seguir las redes de DOCLA, para más encuentros y seguir reflexionando juntas. Y ustedes ¿Qué piensan? ¿Creen que estos cambios globales tendrán una influencia en las narrativas y en los esquemas de producción? ¿Cuál será el camino del documental y su distribución después de la pandemia?