¡Aguas spolier! Gambito de Dama, su Único Error es la Prisa

Ya van como cuatro años desde que tengo Netflix y si algo he aprendido de la gran plataforma de streaming es que en cuanto a sus propias producciones hay de dos, aquellas que debieron durar menos y las que pudieron durar más.

Si algo caracteriza a Netflix es que su cada vez más prolífica producción de contenido es la irregularidad teniendo entregas excelentes y de mala calidad, muchas veces en un mismo producto, debido en gran parte a decisiones ejecutivas que se basan en la mercadotecnia, como esa nefasta estirada de la Casa de las Flores que dejó un pésimo sabor de boca.

Al contrario de la serie de Manolo Caro, una de las series que pudieron durar más es Gambito de Dama, la exitosa miniserie de la plataforma creada por Scott Frank y Allan Scott basada en el libro homónimo de Walter Tevis y protagonizada por la actriz Anya Taylor-Joy.

Gambito de Dama nos cuenta en siete capítulos la historia de Beth, una huérfana traumatizada que aprende a jugar ajedrez en el orfanato gracias al conserje que le enseña; en cada capítulo vemos cómo va cosechando logros y derrotas en el popular juego de estrategia mientras enfrenta una deficiente manera de relacionarse con los demás y una personalidad adictiva ocasionada por su temprano acceso a los calmantes.

Aunque aprendí a jugar ajedrez, lo cierto es que nunca fui un fanático, pese a ello he de decir que poco importa que existan o no conocimientos del juego pues más allá de hablar de los estratagemas que llevan a Beth al triunfo o al fracaso, la serie nos habla de la vida de una mujer que tiene todo en contra pero sobre todo a sí misma.

En la serie, que abarca desde la infancia hasta la adultez de Beth, podemos ver como la protagonista va descubriendo su sexualidad, sus fortalezas y debilidades, el amor, la amistad y el feminismo pues su género es de entrada un reto en su carrera como ajedrecista.

Aunque la serie es excelente tiene un sólo problema y es que se hace demasiado apresurada pues suceden cosas que fácilmente podrían dar para dos o tres temporadas, lo que ocasiona que algunos personajes tengan poca profundidad como el caso de la madre adoptiva de Beth cuya historia es muy interesante y realmente logra generar empatía con el público.

Lo mismo ocurre con las relaciones románticas de Beth las cuales no sólo se sienten apresuradas sino que incluso condensadas y por lo tanto superficiales y sin una importancia real para el desarrollo de la serie, lo cual puede ser un posicionamiento de la serie, pero en ese caso no termina de concretarse.

Por lo anterior los personajes secundarios no tienen una relación recíproca con Beth y más bien son elementos o herramientas que se utilizan en la historia para destacarla como protagonista, por lo tanto todo el peso cae en Taylor-Joy, una actriz que en definitivo no es mi favorita, pero que lo logra bastante bien en la serie, sobre todo al personificar tantas edades de una misma persona.

Gambito de Dama logra que introducirnos de manera efectiva al mundo del ajedrez competitivo y nos habla de manera personal sobre el machismo, el feminismo, las adicciones, los traumas y las relaciones en una temporada de siete capítulos que no va a dar para más pues en final es el final, un final que cierra una serie que se merece cuatro estrellas de cinco.