Cine y Libertad. Libertarias al pie de Guerra

“Libertarias no es una película imparcial; es a favor de los que creyeron en la libertad, de los que pensaron que la utopía y la revolución eran posibles, una película a favor de los perdedores”

Javier Rioyo

Soy de la generación del EZLN. De las que a los pocos años de nacer, vieron a las zapatistas levantarse en la selva de Chiapaneca y aprendieron que lo imposible sólo espera un poco más. Lo pudimos vivir en nuestro #yosoy132, y ahora desde nuestra utopía cotidiana.

“Nuestra esperanza es que algún día cambie nuestra situación, que se nos trate a las mujeres con respeto, justicia y democracia.” Así rezaba la comandanta Ramona, y sus palabras me inspiraron a ese maravilloso camino de la emancipación colectiva de las mujeres. A conocer historias de mujeres justas y valientes que hicieron del mundo un lugar mejor y sentir su ilusión como propia para construir mi propia historia.

Por eso hoy os presento “Libertarias” (1996) una película de Vicente Aranda donde se plasma la memoria de las mujeres que lucharon en la guerra civil. De esta manera, se nos presenta el conflicto desde la mirada de un grupo de milicianas anarquistas. Los acontecimientos se disparan el 18 de julio de 1936 el ejército español se sublevó contra el Gobierno de la República, un grupo de mujeres reivindicó su derecho a luchar en el frente. En nombre de la libertad, las mujeres libran su propia batalla para equipararse a los hombres en la lucha armada.

Este conmovedor film concilia espectáculo y reflexión, verdad y ficción, tiene solidaridad, generosidad, crueldad, egoísmo, y sustenta la peripecia vital y política de un grupo de mujeres, reunidas en la organización “Mujeres Libres” cuya intención era luchar en el frente. Bajo el mando de Pilar (Ana Belén) se configura un heterogéneo puñado de mujeres de orígenes distintos, pobres prostitutas, libreras espiritistas, unidas por su deseo de libertad. Pero es la ex-novicia María, la que más madura al compás de los acontecimientos, aunque en su concienciación prevalezca más la razón emotiva que el proceso intelectual. Como bien sentencia Pilar: “La revolución no es una fiesta”. Y la “nueva era” preconizada por Durruti no vio la aurora. Un reparto femenino de lujo, también el masculino, una excelente y cuidada fotografía de Alcaine en una impresionante producción. Políticamente beligerante, esencialmente encarnizada que adopta la utopía como nutriente existencial.

Estos días está viendo otra vez la película, y leyendo algunas entrevistas al director donde señalaba, “Somos hijos, hermanos y nietos de la gente que vivió aquello, y yo no estoy dispuesto a ser colaborador de la amnesia del país. La utopía sólo será algo absolutamente irrealizable si dejamos de pensar en ella”.

En mí se ha clavado la última frase, “la utopía solo será algo absolutamente irrealizable si dejamos de pensar en ella”, creo que con esta película cerraré el ciclo de cine y libertad, espero que puedas disfrutar de todas estas películas que nos inspiran e invitan a construir otro mundo posible.

Recordando a las hermanas zapatistas nuevamente “Un mundo donde quepan muchos mundos”. Desde las libertarias de la guerra civil española, a las zapatistas de Chiapas siguen latiendo utopías qué escuchar y alimentar. Espero puedan ver esta película para alimentar su corazón y saborear la libertad.

Tráiler: https://www.youtube.com/watch?v=1NLfEnfKBmw