Opinión y Editoriales

Publicado en diciembre 8th, 2020 | por Carlos Olvera Zurita

Safari Urbano: Tordos

Cada año, a medida que empieza a llegar el invierno, algunos árboles de la ciudad de Aguascalientes se tiñen de negro por las noches al llenarse de un montón de pájaros que se amontonan en sus ramas, los tordos.

La variedad de tordos que visitan cada año la ciudad son los tordos cabeciamarilla, científicamente denominados como Xanthocephalus xanthocephalus, debido a que los machos tienen esta coloración amarillo entre el pecho y la cabeza que destaca entre el negro plumaje que cubre el resto de su pequeño cuerpo que no pasa los 10 centímetros de longitud y mas o menos la misma envergadura con las alas abiertas, mientras que las hembras tienen las mismas proporciones pero en colores más opacos.

Estas aves son migratorias y pasan su anidada durante el verano y la primavera en Canadá y los Estados Unidos, principalmente en los pantanos que se ubican alrededor de los grandes lagos, esos que hacen frontera entre los vecinos del norte.

Mientras que están en el norte estas aves tienen un comportamiento solitario, o al menos es así en los machos que protegen celosamente las ramas de las que se apropian para llamar la atención de las hembras, pero una vez que empieza a enfriar se juntan en grandes bandadas en las que incluso hay otras especies para comenzar el vuelo hacia nuestro país.

Las enormes bandadas se empiezan a fragmentar en bandadas más pequeñas pero no por eso insignificantes pues son cientos y probablemente miles los pájaros que deciden permanecer juntos en un árbol al que tradicionalmente regresan año con año como algunos de los que existen en Aguascalientes que albergan a estos ruidosos animales.

Los tordos duermen juntos y tratan de amontonarse en estos árboles como una forma de mantener el calor por las noches y en las mañanas emprenden vuelo hacia los alrededores de la ciudad, sobre todo para los campos cultivados para remover la tierra en búsqueda de comida como insectos, por lo que son bien recibidos por los granjeros, terminando su jornada para regresar a pasar la noche con los suyos en los árboles grandes y frondosos.

Sin embargo en últimos años Aguascalientes ha sido testigo de la tala de algunos de los árboles ya sea para generar construcciones, por el ruido que hacen o por los desechos que generan, dando lugar a tristes imágenes como esa en la que cientos de avecillas negras tuvieron que permanecer en el suelo de un estacionamiento de un centro comercial o más recientemente en el techo de un supermercado, por lo que vale la pena garantizar su preservación.

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