Cine Quinqui. El Pico

Como decía con la reseña anterior de cine quinqui, de lo que más me llama la atención de este género es el lenguaje, la jerga que utilizan los actores. Directamente desde el título, “El Pico” a un mexicano le costaría entender de qué trata la película, mientras que un español en seguida sabría que trata de drogas, muchas drogas. Y es que “meterse un pico” es lo mismo que inyectarse heroína en el brazo.

Puede parecer que los temas se repiten en todo el cine quinqui, pero cada película tiene su particularidad, haciendo una cartografía de la situación del Estado Español, si bien “Perros Callejeros” estaba ubicada en Barcelona, Cataluña, ahora nos vamos a Bilbao en el País Vasco, que, durante toda la historia del Estado Español, pero especialmente en esta época, tiene unas condiciones políticas muy especiales.

De esta manera, la película de Eloy de la Iglesia, “El Pico” (1983 esta cinta nos da toda una lección de amistad, terrorismo en el País Vasco, drogas y sus consecuencias, ¿todo por la droga?, el hijo de un guardia civil y el de un arberchale, roban hasta tener que hacer de camellos (traficantes de drogas) narrando lo difícil que es desengancharse y lo fácil que es volver a caer en la droga.

Historia muy íntima con el terrorismo de fondo en el País Vasco de los 80 y como el polvo blanco puede destrozar no sólo una vida si no todas las que hay cercanas a la misma. Un comandante de la guardia civil capaz de todo por su hijo.

Inevitablemente la droga tiene un papel protagonista en la película y fuera de ella. Dentro de ella, por la temática y fuera de ella, hay que señalar que casi todos sus personajes principales y buena parte del equipo técnico murieron por la droga. Además, hay varios mitos sobre la película, que me resultan muy interesantes, como que las escenas en las que se consumía heroína, la droga era real. Además de las leyendas sobre los rodajes de que acababan en fiestas salvajes y orgías.

Es inevitable dedicar un párrafo a su estrella y actor fetiche, José Luís Manzano, rescatado de la delincuencia siendo menor para protagonizar “Navajeros”, en 1980. Eloy lo acogió en su casa en una especie de relación parternal y amorosa. Después de “El Pico 2” rompieron lazos, ambos metidos de lleno en la droga. Retomaron contacto en el 86 con “La Estanquera de Vallecas”, tras una vorágine de detenciones a un Manzano devastado por la heroína.

El coprotagonista de “El Pico”, Javier García (que interpreta a Urko) simboliza la tragedia más cruda. Tras un casting entre cientos de jóvenes de la calle (aunque él no era un chico marginal), con un gran carisma y belleza, parecía destinado al triunfo. Pero finalizó el rodaje muy metido en la droga, contrayendo el SIDA y sufriendo un deterioro físico que truncó su carrera.

En definitiva, es una película descarada y valiente al tratar temas como las drogas, homosexualidad o política (aun hoy sorprende su visionado), casi un documento histórico, que releja en pantalla y el proceso la cruda realidad de las drogas en la España de los ochenta.

TRÁILER: https://www.youtube.com/watch?v=MmJfkDN1D-Q