Publicado en enero 11th, 2021 | por Carlos Olvera Zurita
Milenials de Ayer y hoy: Las Caricaturas Forjaron mis Gustos Musicales
Por alguna razón mi mamá y muchos boomers consideran la animación como un producto infantil y por lo tanto no se debe tomar en serio, pero como buen hijo rebelde que soy, me considero un fanático empedernido de esta disciplina artística y le doy bastante seriedad, no más de la que se merece.
Por ahí de los noventas, las pantallas de MTV llamaron mi atención por primera vez en mi vida gracias a que habían aparecido unos alienígenas azules totalmente geniales tocando guitarras y volando naves espaciales, y secuestradores galácticos.
Se trataba de Interstella 5555, la película animada de Toei Animation y el mangaka Leiji Matsumoto a petición de la banda de música electrónica Daft Punk, que produjeron la que probablemente fue la primera música que me gustó racionalmente hablando en mi vida, cuando tenía como 10 años de vida.
Luego de haber descubierto a Daft Punk, que por cierto fue un hitazo espectacular en el mundo entero, descubrí a otro enorme hit, ahora se trataba de Feel Good Ink. de los Gorillaz, un video que mezclaba canciones geniales del anterior vocalista de Blur, Damon Albarn con una banda animada con integrantes variopintos y gorilas bailarines.
Ambas bandas se convirtieron en una obsesión que me acompañó hasta el día de hoy y de hecho el disco Demon Days de Gorillaz fue el primero que compré en mi adolescencia y Random Access Memory de Daft Punk fue el primero que me compré con mi sueldo de profesionista.
Yo no presumo de muchas cosas porque básicamente no tengo muchas cosas de las que presumir, sin embargo, se los puedo asegurar, tengo un buen gusto musical, lo que sea que eso signifique; y es este el mejor elogio atesorado que alguien me ha hecho, todo gracias a las caricaturas.
Sin sonar odioso, aclarando de antemano que adoro a Bad Bunny y que para gustos colores, me pregunto sinceramente ¿Qué están escuchando los niños hoy? ¿Lo que escuchan hoy los niños les educa el oído? ¿Qué tan conscientes son los niños de la música? y sobre todo ¿Qué tan conscientes son los músicos de los niños?