Publicado en febrero 12th, 2021 | por Andrea Márquez
¡Alto a los Micromachismos!
Según el Iceberg de la Violencia de Género existen múltiples formas de violentarnos. Algunas de ellas suelen ser casi invisibles y, por lo tanto, pasan desapercibidas. Otras suelen ser más explícitas, aunque siguen siendo invisibles. Y al final, se encuentran las que son explícitas y visibles, las más violentas.
En ocasiones cuando se habla sobre la violencia de género, se suelen omitir los actos sutiles de violentarnos como el lenguaje sexista y los micromachismos, ya que se encuentran tan arraigados a nuestra sociedad que de alguna manera ya son normales. Sin embargo, es importante tener en mente que por más pequeños o insignificantes que parezcan ser estos actos, siguen siendo violencia.
La violencia de género NO sólo se manifiesta de forma física o sexual, sino que también puede ser psicológica, simbólica e incluso económica. Realmente el concepto, según el glosario de Feminista Ilustrada, incluye toda agresión y toda práctica que se encuentre fundada sobre el sistema de dominación patriarcal, es decir, en donde el varón tiene la preeminencia en uno o más aspectos.
Así que si en algún punto de tu vida fuiste celada, controlada, anulada o estuviste presente en alguna conversación que te hizo sentir incómoda por su lenguaje o humor sexista, significa que también has sido violentada.
Ahora, hay que saber que las formas sutiles de violentarnos pueden actuar como focos rojos que nos gritan “¡Ahí no es!”, y que en cualquier momento pueden detonar en algo más grande.
El movimiento Amnistía Internacional, declara que los micromachismos son la base de una pirámide de desigualdad de género (como podemos ver en el Iceberg). Esta base también se compone de otros valores instaurados de manera profunda y que sustentan el comportamiento sexista y retroalimentan la desigualdad.
Los micromachismos suelen encontrarse en todos lados en forma de pequeños gestos sexistas; ayudan a perpetuar los roles de género, el machismo, la violencia suavizada contra las mujeres, la hipersexualización, entre otras cosas. Lamentablemente, se les llama “micromachismo” cuando en realidad son actitudes meramente machistas.
¿Y cómo erradicar los micromachismos? Los micromachismos son actitudes que se aprenden durante la infancia, por lo que la familia juega un papel fundamental en el desarrollo de las personas y tiene gran influencia en la perpetuación de estereotipos. Para poder erradicarlos es importante aprender a detectarlos, y con ello, evitarlos.
Fuente: Feminista Ilustrada