Space Sweepers: El Espacio Globalizado Postapocalíptico
Space Sweepers, en español “Barrenderos Espaciales”, es la primera producción cinematográfica de ciencia ficción coreana que Netflix realiza, bajo la dirección de Jo Sung Hee, quien también sirve como el guionista.
El filme se ubica en el año 2092, la tierra ha dejado de ser un lugar habitable para los humanos y sólo un porcentaje de ellos ha sido elegido para vivir en el espacio exterior mediante UTS, un programa que permite ser a dicho lugar habitable. El equipo de la nave “Victory” es comandado por la capitana Jang (interpretada por Kim Tae Ri) y en la tripulación se encuentra Kim Tae Ho (Song Joong Ki), Tiger Park (Jin Seon Kyu) y el robot Bubs (Yoo Hae Jin), ellos forman parte del equipo de barrenderos espaciales, que se encargan de limpiar escombros y restos tecnológicos en el espacio; durante su rutina de limpieza se encuentran Dorothy, una humanoide que amenaza con destruir el mundo, ella es buscada por el creador de UTS.
A partir de este momento hay elementos que se pueden considerar spoiler
Hay muchas cosas que discutir sobre esta película, en principio podría decirse que es como una combinación de Star Wars, Guardianes de la Galaxia y Wall-E, y esta hubiera sido ejecutada por un estudio como Lucasfilm o Marvel, y antes de que digan algo más, sí, es una súper producción que muchos estudios quisieran tener, música épica y efectos especiales bien ejecutados. A pesar de ser un filme coreano algo que destaca es que es muy incluyente con las demás nacionalidades que se muestran y en ningún momento se forzó a los personajes a hablar coreano como idioma, sino que la producción respeta que sea un mundo globalizado en el que existen distintas lenguas, esta temática es resuelta con traductores portátiles que usan en todo momento, algunas de ellas son (aparte del coreano) el inglés, español, filipino, francés, portugués, chino, entre otros. Como se menciona, ni siquiera se ubica en Corea del Sur, todo es desarrollado en el espacio que está dividido por distritos, y el lugar más importante que es el edén, donde viven los mejores humanos, mientras los no-ciudadanos que viven en el exterior tienen una baja calidad de vida y se ganan la vida trabajando con distintas funciones, unos en migración, otros policías, y los famosos barrenderos.
El equipo de barrenderos coreanos tiene definido sus funciones, pero no se limita a ello, en un principio parecen solo buscar dinero para poder sobrevivir, pero poco a poco vamos conociendo el pasado de cada uno, sus intenciones para después cambiar su perspectiva y ayudar a salvar el universo (sí, literal). Todos tienen distintos objetivos, pero la meta común es llevar una vida plena, en este caso el personaje de los cuatro con mayor protagonismo es el de Tae Ho quien tiene el pasado más doloroso y su búsqueda de una persona es la que lo mueve, recordemos que también son humanos y caemos en las tentaciones incluso sabiendo que lo que hacemos es incorrecto.
La trama funciona para hacer reflexionar a los seres humanos su destino en un futuro no muy lejano en las acciones climáticas, además de ser un blockbuster, tiene muchos temas actuales implícitos que van según la agenda internacional, uno de los momentos es cuando Bubs habla sobre identificarse siendo mujer, a pesar de ser un robot esto hace referencia a la comunidad trans, la multiculturalidad que se presenta no es algo que se vea comúnmente (sobre todo en las películas de Estados Unidos), aquí entendemos que a pesar de estar divididos en naciones, todos conformamos este mundo. No será un concepto nuevo el tema de ciencia ficción pero sin duda esta perspectiva brinda una experiencia multilingüe sencilla para contar una historia que puede resultar conmovedora.
Sobre el autor
Alejandro Cerdán Estudiante de comunicación e información. Soy un soñador, fanático de los musicales, dispuesto a aprender y crear cambios en la sociedad.
Posts relacionados.
Pensar el deterioro ecológico con La princesa Mononoke →
Han Kang, la primera asiática en recibir el Nobel de Literatura →
Deus ex maquina. Reseña de Andrea Santacruz →
