El Lugar Donde Habito
Han llamado a la puerta y no he podido atender, estaba ocupada tomando un baño. El timbre sonó más de 10 veces ¿Por qué la insistencia?, ¿no ven que intentó tomar una siesta?, pero no estoy lista, la casa es un desorden ¿y si era mi madre queriendo saber si sigo viva? ¿si era algún caminante que necesitaba descanso y bebida? Al parecer jamás será yerba mate.
Ahora espero sentada en la escalera, con la esperanza de que el timbre sonará de nuevo y… ¿Esta vez atenderé?
Escribir sobre la introspección se me ha vuelto un hábito, y es que cuando me proyecto en una analogía me es fácil reconocer mi interior. Me reconozco como mi hogar y entiendo que materializándome como una casa puedo saber a quien dejo entrar. Cuando tomo largos baños o baños cortos no importa, es el momento en el que puedo pensar y es por eso que me he convencido de que tal vez de una manera ermitaña me escondí en mi comodidad, pero ahora estoy lista para volver y aceptar lo que venga.
En este pequeño texto te expreso un proceso interno de más de un año de reflexión esperando que lo valores y con la recomendación para aquellos que les apasiona escribir. Sólo háganlo.
(Danitza Flores, LCI)
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