Publicado en enero 23rd, 2025 | por Raul Munoz
La realidad de “Las violetas”: legalidad y control
Por: Montserrat Ahumada García Rojas, Kenia Alaide Enríquez Cruz, Ana Paula Esparza, José Alejandro Jiménez López, Jesús Roberto Loera Castañeda, Uriel Maximiliano Márquez Villalobos, Daniela Paola Ortiz Correa
Desde mediados de los años 80 hasta inicio de este siglo, la Zona de Tolerancia en Aguascalientes era considerada un sitio con gran concurrencia; sin embargo, en los últimos tiempos hay una disminución generalizada en la actividad de la zona lo cual plantea interrogantes sobre la dispersión del trabajo sexual, la disminución del control sanitario y las posibles consecuencias.
Las Violetas
La Zona de Tolerancia, popularmente conocida como “Las Violetas” es un área al sur de la ciudad de Aguascalientes con negocios enfocados en servicios sexuales y de entretenimiento principalmente para hombres.
De acuerdo con la respuesta a una solicitud de transparencia al Municipio de Aguascalientes, esta área surgió debido a la necesidad de tener un control de las personas que se dedican a esta actividad y así evitar servicios sexuales infantiles o el ingreso de menores a este tipo de lugares.
En “Las Violetas” se permite el trabajo sexual de personas adultas de manera legal, siempre y cuando se sometan a un compromiso con el departamento de Regulación Sanitaria quienes les realizan una revisión semanal y aplican exámenes cada tres meses, con el fin de garantizar que no son portadoras de ninguna enfermedad.
A pesar de todos los controles y regulaciones, lo cierto es que, en los últimos años la cantidad de personas que ofrecen servicios sexuales, así como la afluencia en la zona de tolerancia, ha disminuido notablemente.
Existen múltiples factores que pueden explicar esta reducción, incluyendo el auge de las redes sociales, cambios en los sitios de clientela frecuente y una mayor concentración de personas que acceden a servicios sexuales en diferentes puntos de la ciudad.
De este desplazamiento del trabajo sexual, de la zona de tolerancia a otros espacios, se desprenden varias problemáticas en términos de salud, regulación y derechos humanos, entre ellas que no exista una inspección constante sobre la seguridad y salud de las personas.
Baja actividad y cierre de establecimientos:
Según una solicitud de transparencia hecha al Municipio de Aguascalientes, desde 1998 a 2024 ha habido 4003 mujeres registradas que ofrecen servicios sexuales dentro de la zona de tolerancia, dando un promedio de 153 personas registradas al año.
Discriminación hacia grupos vulnerables:
De la misma manera, Susan Rodríguez plantea que otra de las problemáticas que influyen en el desplazamiento del trabajo sexual es la discriminación sistemática que se ejerce hacia grupos vulnerables, primordialmente el de las mujeres trans.
México es un país especialmente peligroso para ser una mujer trans. Las violencias que afectan a este grupo poblacional van desde el transfeminicidio hasta las dificultades para el reconocimiento de su identidad, tanto en el ámbito jurídico y cultural como en el núcleo familiar, según un pronunciamiento de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México.
Esta violencia sistemática desencadena una serie de complicaciones que van desde la falta de acceso a la educación hasta las dificultades para el acceso a un trabajo formal o estable, trayendo como consecuencia que muchas tengan que recurrir al trabajo sexual.
Sin embargo, incluso en este ámbito siguen sufriendo discriminación, ya que como ha denunciado Susan Rodríguez la zona de tolerancia es un lugar seguro para ejercer el trabajo sexual pero solo por mujeres cisgénero.
Si bien no existe una ley que prohíba explícitamente a las mujeres trans trabajar dentro de la zona de tolerancia, por años se les ha negado el acceso, haciendo que las trabajadoras sexuales trans tengan que buscar espacios alternativos en los que no existe regulación o algún tipo de control por parte del Estado.
Control Sanitario:
Según información obtenida de la Secretaría de Salud del Estado y Dirección de Regulación Sanitaria del Municipio, a través de una solicitud de transparencia, en la zona de tolerancia se realiza una revisión semanal y se aplican exámenes cada tres meses a las personas que ejercen el trabajo sexual, de igual manera se hacen estudios para la detección, caracterización e identificación de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS).
Las pruebas que se realizan son 5:
- VIH
- VDRL
- PIE
- Exudado vaginal
- Papanicolau
A pesar de que el control sanitario es riguroso, Marco Antonio García Robles director de la asociación civil “VIHDHA” comentó que, de acuerdo con trabajadoras de la zona de tolerancia, afirman que el personal que les realiza las pruebas no siempre está capacitado para realizar este tipo de procesos.
Aunque también aclaró que afortunadamente estas quejas no se han dado en los últimos tiempos.
Sin embargo, no es la única ocasión en la que hay denuncias de abusos cometidos dentro de la zona de tolerancia: en septiembre de 2017se realizó un operativo el que supuestamente policías municipales abusaron física, emocional e incluso sexualmente de los propietarios de los bares y trabajadores de los cabarets. Este suceso incluso fue denunciado ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos.
Situaciones de este tipo pueden incentivar a las trabajadoras sexuales a buscar espacios alternativos para ofrecer sus servicios, ya que ponen en duda la eficacia de las medidas de protección implementadas por el Estado.
Consecuencias:
Problemas de salud pública:
Francisco Márquez Díaz, médico internista y especialista en enfermedades infecciosas, resaltó que la principal dificultad del desplazamiento del trabajo sexual de la zona de tolerancia hacia otros puntos físicos o virtuales radica en la dificultad para hacer un seguimiento de la salud de las personas que se dedican al sexo comercial.
Según el especialista, en México se ha tratado de establecer una política en la que se alienta a las personas que ejercen el sexoservicio a llevar una vigilancia constante de las enfermedades que se transmiten por contacto sexual, si bien esto es algo favorable, el problema radica cuando el trabajo sexual se concentra en sitios fuera de zonas de tolerancia pues en este contexto la regulación es escasa.
Cuando no existen medidas de control sanitario o que incentiven a la persona que ejercen el trabajo sexual a hacerse pruebas rutinarias puede hacer que la gente ya sea por descuido, desconocimiento u otros aspectos, no den un seguimiento adecuado y arriesguen su salud.
Hacer chequeos constantes es muy importante, dijo Márquez Díaz, aunque usar preservativos limita el riesgo de adquirir una gran variedad de enfermedades de transmisión sexual, esto no aplica para todas las infecciones debido a que enfermedades como la sífilis, el herpes o el Virus del Papiloma Humano (VPH) se pueden adquirir por contacto estrecho de piel a piel.
Finalmente agregó que las políticas de salud les dan un campo de acción reducido en lo que se refiere a enfermedades de transmisión sexual, ya que, aunque las clínicas de atención a ETS existen en México no siempre pueden dar a los pacientes una cobertura lo suficientemente amplia.
Exposición a riesgos físicos y crímenes de odio:
Susan Rodríguez denunció que las mujeres trans-trabajadoras sexuales son especialmente vulnerables a crímenes de odio y detenciones arbitrarias y que, no contar con un espacio seguro en el que puedan ofrecer sus servicios y por lo tanto carecer de sistemas de seguridad adecuados, ponen en riesgo su integridad y su vida.
La activista comentó que en su organización han atendido casos de trabajadoras que eran abandonadas desnudas en lugares como el aeropuerto, el cerro del Picacho y en otros puntos a las afueras de la ciudad o situaciones en las que, hombres las llegaban a golpear hasta con piedras.
Agregó que junto con las organizaciones con las que trabaja tienen identificadas cinco zonas localizadas donde se da el trabajo sexual en Aguascalientes: la central camionera, salida a San Luis Potosí, salida a Calvillo, salida a Zacatecas y salida México.
Estas zonas, al estar principalmente en las afueras de la ciudad, son más peligrosas para las trabajadoras sexuales.
Zonas de servicios sin regulación
Otra de las problemáticas consecuentes de este desplazamiento es que muchas veces las personas que ejercen el trabajo sexual fuera de la zona de tolerancia no tienen al alcance organizaciones como lo es la Red Mexicana de Mujeres Trans.
Esto puede ocasionar que su integridad se vea en peligro, ya que se exponen a diversas ITS y a personas que puedan ocasionarles algún daño, poniendo en riesgo no solo sus vidas, sino también las de las personas que reciben estos servicios.
Propuestas y soluciones:
Marco García y Susan Rodríguez coincidieron en que es necesario que las autoridades implementen medidas para evitar la dispersión de la actividad sexual fuera de la zona de tolerancia tales como:
- Crear leyes inclusivas que permitan la integración de mujeres trans en la zona de tolerancia.
- Garantizar personal capacitado para realizar revisiones sanitarias en “Las Violetas”.
- Contar con campañas, libres de prejuicios, que resaltan la importancia de la educación sexual.
- Extender el alcance de organizaciones como la Red Mexicana de Mujeres Trans para brindar servicios de salud y educación a las trabajadoras en zonas no reguladas.
El desplazamiento del trabajo sexual fuera de la zona de tolerancia representa un desafío complejo que afecta la seguridad, salud y derechos humanos de las trabajadoras sexuales en Aguascalientes.
Es crucial que las autoridades y organizaciones colaboren para garantizar un entorno seguro, inclusivo y regulado para todas las personas involucradas.