Publicado en octubre 6th, 2016 | por Jennifer González
Artistas deportados buscan visa humanitaria
Los cuatro togoleses deportados la semana pasada por el Instituto Nacional de Migración (INM) en Aguascalientes aspiran, contra reloj, a una visa humanitaria.
Ayih Ayayi, Loccoh Akakpo Titi Koffi, Anthony Mawuena Kokou y Mustapha Moroufatou presentaron una denuncia ante el Ministerio Público local el pasado 29 de septiembre. Acusan al promotor Traore Soule Mohamadou de haberlos engañado para venir a trabajar a Aguascalientes, y al delegado del INM, Jesús Gaviño Ortiz, de haberlos deportado injustificadamente como un favor al promotor. Por eso, piden ser declarados víctimas para salvaguardar sus derechos.
“Esperamos que las autoridades hagan lo que tienen que hacer, desde una perspectiva más humana que legal porque finalmente estamos tratando con seres humanos. Y que esta justicia venga en el sentido de darles la oportunidad de estar un tiempo más para que ellos puedan trabajar, que es lo que ellos quieren, y recuperar la inversión que hicieron para poder venir”, dijo en entrevista la abogada de los inmigrantes, Gabriela Martín.
Migración ordenó a los bailarines salir del país, por sus propios medios y en 10 días naturales, el pasado 20 de septiembre. Para ello, canceló y retuvo los permisos de trabajo con vigencia de 180 días que los mantenían legalmente en México y que vencían alrededor del 15 de octubre.
Su traslado a la estación migratoria se dio después de que haber sido detenidos y llevados al Ministerio Público acusados de daño en las cosas doloso, pero liberados sin cargos gracias a un acuerdo reparatorio al que llegaron con el ofendido. En la denuncia presentada la semana pasada, los jóvenes africanos acusan que también fueron retenidos ahí, sin justificación.
“Nos tuvieron un día completo sin entender nosotros la situación (…), el mismo día en el INM a través de sus funcionarios estos dijeron que nos iban a deportar, sin causa alguna, entendiendo que el Sr. Traore fue con el delegado, a quien presume como su amigo, a solicitarle que nos deportara, pues éramos personas conflictivas que le estaban estorbando en su casa”, declaran.
El promotor, añaden, “siempre se ostentó como amigo de funcionarios de gobierno, entre ellos el Delegado del Instituto Nacional de Migración, Jesús Alberto Gaviño Ortiz, quien por cierto tiene a su hija en clases de francés con el Sr. Traore sin que este le haga cobro alguno, y acudiendo a su casa a comer en varias ocasiones, siendo al menos esto lo que él manifestaba”.
Si la denuncia procede, durante el proceso deberán probar sus acusaciones.
En el documento también consignan que, desde su ingreso a México el 4 de mayo de 2016, el personal de migración del aeropuerto de la Ciudad de México les hizo preguntas en español, que no comprendieron porque sus idiomas son ewe y francés.
“Solamente nos dieron unas formas para llenarlas y una vez hecho esto se nos emitió un permiso para estar en el país por 180 días, contando con una visa de “visitante con permiso para realizar actividades remuneradas”, con vigencia hasta el 15 de Octubre del 2016, por lo cual consideramos nuestro ingreso al país con todos los trámites en regla”, manfiestan.
Martín Morones adelantó que además de esta denuncia, través del cual el Instituto Cultural de Aguascalientes (ICA) los contactó, también se promoverá un recurso de revisión contra las órdenes de salida de Migración, que recortaron al menos cinco días su estancia legal en el país.
A Traore, en la denuncia los artistas lo acusan de incumplir la promesa de trabajo y un pago por 13,680 dólares para que vinieran a presentarse como parte del grupo Baobab en el programa de la Feria Nacional de San Marcos 2016. El monto incluía los gastos de traslado por 10,602 dólares que, argumentan, pidieron prestados en Togo para poder viajar.
También afirman que el promotor los obligó a trabajar como albañiles y pintores con escasa remuneración o sin ella, bajo el argumento de que él los hospedaba y alimentaba desde su llegada a Aguascalientes.
En entrevista, el promotor admitió haberlos empleado en varias presentaciones, talleres de danzas africanas y haberles conseguido algunos otros trabajos y haberles pagado poco. El resto, dice, lo destinó al pago de renta y alimentos que proporcionó a sus connacionales.
“Si regresamos a nuestro país, iríamos a la cárcel porque no tenemos dinero para pagar esa deuda”, afirma Mustapha, única mujer del grupo y en hablar inglés.
“Les pedimos que nos ayuden, si pueden. Necesitamos ayuda de todo el que nos pueda ayudar. Si alguien puede ayudarnos a convencer a Migración de que renueve nuestra visa para darnos algo de tiempo, durante el proceso. Porque tenemos que ir a la corte y todo eso. También necesitaremos trabajo porque no podemos sobrevivir sin él, no tenemos familia aquí; incluso ayuda financiera. Cualquier cosa”, pide.
El caso de los bailarines de Togo, varados en Aguascalientes, ya llegó a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). El pasado miércoles, la visitadora adjunta para casos de trata Mónica Palao se reunió con ellos para conocer del caso.
Foto: Nancy Chávez