Publicado en noviembre 4th, 2018 | por Fernando Rivera
Chachareando ando
Hoy me di a la tarea de visitar uno de los puntos comerciales de carácter informal más emblemáticos del estado de Aguascalientes, “La línea de fuego” este lugar se encuentra en la colonia San pablo con una extensión lineal de aproximadamente un kilómetro lleno de comerciantes con todo tipo de artículos desde frutas y verduras hasta calzado, es increíble ver todo lo que se puede conseguir en aquel lugar. Como ha sido ya una tradición el día que es más concurrido es el domingo por lo que se puede notar la presencia de familias haciendo sus compras, la mayoría de los artículos que se venden en este lugar son usados por lo que fácilmente encontramos algo. Podemos encontrar: frutas y verduras, abarrotes, calzado, herramientas, dispositivos electrónicos (celulares, bocinas, focos, pantallas), ropa, partes para automóviles, comida, etc.
Me acerqué particularmente con un comerciante que en su lugar vendía pilas de teléfonos usadas, monedas antiguas, herramientas, entre más cosas. El señor Pablo, propietario de aquel puesto, accedió a responder unas preguntas, como a qué hora llegaba para comenzar a acomodar su negocio por lo que nos comentaba que regularmente el lugar donde están es el que adoptan cada domingo y procuran llegar temprano para no perder su lugar. El señor Pablo llega a las siete de la mañana para comenzar a armar una carpa que resguarda su negocio, el uso de suelo tiene un costo de cinco pesos que va dirigido a las personas que finalizado el proceso del mercado limpian las calles, dejando, en algunas horas, la impresión de que nadie estuvo allí. Le pregunté si era su único empleo y comentó que sí que la mayoría de las personas que trabajan en este rubro toda la semana ven actividad, pero en diferentes puntos de la ciudad. Al ser un negocio propio e informal es muy claro que las ventas no están aseguradas por lo que puede haber un día en que venda más que otros e incluso mucho menos. Hablamos sobre lo que vendía y cómo lo obtenía “la mayor parte son cosas que tengo en casa y que poco a poco las voy trayendo para venderlas, también tengo monedas antiguas que compro aquí mismo o las intercambio con personas que están interesadas”. Para finalizar el comerciante nos mencionó que cada que va vive buenas experiencias con las personas curiosas que llegan a preguntar acerca de sus productos.
“Hay que apoyar la economía interna.”
Es muy interesante que, en este tipo de negocio, tiene cabida todo tipo de artículos como los artesanales: vasos, platos, juguetes y ropa, -Es muy importante apoyar la economía interna y no sólo adquirir productos que son hechos en masa, también se apoya el esfuerzo que invierten los artesanos en cada objeto que realizan-. No hace falta tener un nombre, como alguna empresa, ni una compleja estrategia de venta para estar en ese mercado, sólo se necesita algo para vender y las ganas para hacerlo.
Como bien decía, aquí se encuentra de todo, entre eso la comida, por lo que disfruté de un plato de birria. Hay una importante acumulación de familias que cada domingo vienen a desayunar y que, de alguna manera, se ha convertido en una costumbre.
Es un lugar que recomiendo totalmente, comienzan a vender desde las 8:00 hasta las 16:00 horas. Ya sea para comprar, dar una vuelta o comer algo, la experiencia es muy interesante.
No cabe duda de que la cultura la podemos encontrar en cualquier rincón, sólo hay que darnos a la tarea de conocer dónde vivimos.