Cultura y Entretenimiento

Publicado en diciembre 2nd, 2020 | por Víctor Martínez

Te Quiero Pero te Odio, Dedicado a mi Automóvil

Tener un vehículo es una gran ventaja en la actualidad, nos da la oportunidad de trasladarnos en poco tiempo a cualquier punto de la ciudad (y aún menor el traslado cuando se vive en Aguascalientes), así como también nos aporta gran independencia para desarrollar nuestras actividades cotidianas. No obstante, también significa una gran responsabilidad en muchísimos ámbitos, dentro de los cuales debes de pagar un sinfín de cosas tales como tenencia vehicular, placas, verificación, etc.; asimismo, tienes que asegurar tu auto y obtener la licencia para conducir, si es que no quieres tener problemas con policías viales.

Pero todo esto se reduce a nada cuando se trata de reparar tu auto, sobre todo si éste es un modelo con 20 años de antigüedad y con varios defectos de fábrica que son por demás conocidos, como lo es mi caso. Específicamente, los automóviles como el mío suelen tener fallas en las horquillas que sostienen las llantas delanteras, con el tiempo comienzan a quebrarse -y los baches que hay en la ciudad tampoco ayudan mucho que digamos- y mientras más pronto se reparen éstos menos probabilidad habrá de terminar varado en alguna vialidad con las llantas separadas del vehículo y los rines partidos a la mitad. Claro está que solucionar eso no es nada barato.

Hay que añadir en este asunto que si tienes un mecánico de confianza tienes la mitad de los problemas resueltos, pero siendo sincero, es muy difícil de encontrar y sobre todo dar con uno que sí esté interesado en arreglar a detalle cada pequeña falla que encuentre.

Además, no sólo es disponer de gasolina para poder moverse, también es tener en orden el aceite de motor, aceite de transmisión, líquido anticongelante, líquido de frenos e incluso el líquido para limpiar el parabrisas, obviamente si tienes un vehículo que funcione correctamente no será el caso, pero aun así tienes que estar revisándolos constantemente para poder trasladarte de manera segura. Nunca faltará el día que encuentres aceite en el piso donde tu auto estaba estacionado, si cuentas con suerte será una reparación sencilla, pero si no, prepárate para la travesía.

Pero aun con todo lo anterior, tener un auto es una grandísima ventaja y todavía mayor cuando trabajas de noche, tomando en cuenta que el transporte público no es de la mejor calidad y por la pandemia actual que vivimos tampoco es la mejor opción, además nos da la oportunidad de explorar cada vez más rincones de nuestra localidad, eso sí, seamos responsables con nuestro entorno y evitemos hacer traslados innecesarios cuando podemos usar bicicletas o incluso caminar a nuestros destinos.

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