Publicado en enero 20th, 2021 | por Víctor Martínez
Ocracoke, un Vestigio Pirata
Tal vez hablar de piratas sea un tema que a uno lo lleva a pensar en fantasías y películas, pero en una isla situada en la costa de Carolina del Norte, en EE.UU., sigue siendo una realidad en pleno siglo XXI o al menos lo es en cuanto al dialecto que utilizan para hablar, ya que es una variación del inglés llamada “hoi toider” proveniente de la forma en que pronuncian las palabras.
Esta isla de Ocracoke tiene su origen en 1759 cuando William Howard, ex tripulante de una embarcación del famoso pirata “Barbanegra”, compró la isla por 105 libras. En este lugar se estableció junto a otros ex piratas, además de una tribu nativa de Carolina del Norte llamada Woccon. Debido a las malas pronunciaciones, el nombre de esta isla pasó de Woccocock a Wokokon, Oakacock y Ockercock, hasta llegar finalmente a Ocracoke a mediados del siglo XVIII.
Al haber nativos americanos, marinos ingleses y piratas de varios lugares en este lugar, comenzaron a mezclar dialectos y palabras para finalmente formar su propia manera de hablar. De esta manera una de sus principales características es cambiar el sonido de la “i” a un “oi”, por lo que pronuncian “hoi” en lugar de “high”, de ahí viene el nombre hoi toider, basándose en cómo dicen high tide (marea alta).
Pero esto no es lo único que tienen de atemporales, pues esta comunidad permaneció aislada por largo tiempo, siendo hasta el año 1938 que la electricidad llegó a la isla, y el servicio de ferry, el único modo de llegar ahí, comenzó en 1957. Por ello, es que este lugar parece de época,ya que no tienen siquiera cadenas de supermercados, siendo éstas reemplazadas por locales familiares, tiendas de té y otros mercados. Asimismo, los empleos ahí suelen ser tradicionales, pues hay quienes se dedican a la pesca o la carpintería.
No obstante, la modernidad acecha esta comunidad y al tener cada vez mayor acceso a la televisión y el internet, su dialecto corre peligro ya que menos de la mitad de su población habla el hoi toider completamente. Aún con ello, sus mismos pobladores permanecen optimistas respecto a conservar sus tradiciones mediante diferentes celebraciones comunitarias.