Publicado en enero 18th, 2017 | por Alejandra Calderón
Si deseas realizar una movilidad estudiantil, esto es para ti
“Cuando comprendes que tienes muy poco tiempo para adaptarte y pasarlo bien, empiezas a dejar de llorar por la nostalgia y te apresuras a guardar todas las experiencias posibles. Luego, cuando tienes que volver, ya no quieres” -Valeria Colín, egresada de la Universidad Autónoma de Aguascalientes.
El Programa de Movilidad Académica de la Universidad Autónoma de Aguascalientes está a punto de abrir convocatoria para su primer periodo. Del 01 al 21 de febrero inicia el registro en línea para todos aquellos que deseen realizar intercambio académico en agosto-diciembre del 2017; y del 14 de agosto al 3 de septiembre, para quienes prefieran movilidad en el periodo enero-junio del 2018.
Para formar parte de un programa de este tipo se necesita paciencia. Ex alumnos nos cuentan que realizar un trámite para movilidad académica ha resultado un proceso tedioso y muy largo, sin embargo pudieron integrarse al programa y al final su experiencia resultó muy grata.
Valeria Colín, egresada de Comunicación e Información, fue a la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) en Argentina hace tres años. Describió que fue un proceso largo, “pues como todas las cosas en México, fue muy burocrático y requirió de mucho tiempo y papeleo”.
“Tanto para la universidad receptora como para la UAA, hay que recolectar una larga lista de papeles y cartas que puede resultar confusa. Normalmente en la UAA te explican bien todos los papeles que necesitas, pero cada universidad es distinta y es preciso entender primero su sitio web y luego los requisitos que pide. Esto te lleva tiempo, sí. Para la universidad es importante no bajar sus números, es decir, siempre buscan la manera para que haya intercambios. No es difícil que te vayas, si tienes los recursos para hacerlo”, explica Colín.
Por otra parte, Fran Díaz Bolivar de la Universidad de Granada (UGR) en España, realizó su movilidad estudiantil a la Universidad Autónoma de Aguascalientes y coincide en que el trámite fue un proceso lento.
“Tuve que dar muchas vueltas para que me convalidaran asignaturas, para que me respondieran correos o para que me avisaran con suficiente tiempo para las cosas. Sentí que el proceso era muy lento con respecto a otros compañeros que también se habían ido de intercambio”, señala Fran.
De acuerdo con Valeria, en su momento, la universidad otorgó un apoyo a los estudiantes de intercambio de 30 mil pesos.
“Al principio solo serían 25 mil, pero el dinero que iba destinado a los que desertan se reparte al final entre los demás”, explicó.
Además, mencionó la importancia de conservar comprobantes de pago una vez realizada la movilidad, pues el apoyo de la universidad a los estudiantes en el intercambio tiene algunas condiciones, como no recibir apoyo de otro programa y comprobar los gastos realizados.
“Así que allí me tienen, recolectando todos los tickets de las compras que hice (o que hicieron mis roomies) durante esos meses, tachando los productos que no entraban dentro de los “gastos comprobables”, sumando el total gastado y convirtiéndolo a peso mexicano. Como nunca pensé en los vuelos (y salieron muy baratos porque tenía millas acumuladas) no guardé comprobantes de los pagos. ¡Error! Cuando regresé a México la UAA me pidió darle prioridad a la comprobación de los vuelos. Hay que guardar TODO”, enfatizó Valeria Colín.
A pesar de la larga espera, ambos ex alumnos tuvieron una experiencia única, según describen.
“La experiencia en general fue más que positiva. Me resulta imposible enumerar todas las cosas que me llevo de México y de Aguascalientes. Empezando por su gente cálida y humilde, pasando por su exquisita comida y admirables tradiciones y finalizando por sus paisajes infinitos y contrastados”, afirmó Fran Díaz.