Publicado en septiembre 7th, 2017 | por Horacio Rodríguez Arce

Eduardo Rodríguez Láriz: Defensor de la autonomía

Abogado, catedrático auto reflexivo, humanista, magistrado, notario, orador y políglota. Profesor de asignatura cuando era estudiante del cuarto año de la facultad de jurisprudencia teórica y práctica en la Universidad de Guadalajara. Presidente de la asociación de estudiantes de la misma Universidad. Se graduó en 1924 como Licenciado en Derecho con la máxima calificación. Orador con efusivo liderazgo desde joven en las plazas públicas de Guadalajara, Jalisco.

Nació en la ciudad de Colima, el 21 de octubre de 1900 y falleció el 7 de septiembre de 1967. Con antecedentes familiares en Guadalajara, Jalisco. Hijo del profesor Remigio Rodríguez Valencia (Alto funcionario público y director del LICEO, fundado por su padre, el Prof. Pedro Rodríguez de Aguilar) y la jalisciense Angelina Láriz Velasco y Barreto (Institutriz y ama de hogar).

Posteriormente se establece en la ciudad Aguascalientes, nombrado inspector de policía y de inmediato, magistrado supernumerario en el año 1925, como profesor de humanidades en el instituto impartiendo ética, francés, historia de las doctrinas filosóficas, literatura, lógica y psicología, por mas de cuatro décadas; también obtiene las cátedras de francés e inglés en el “Centro Social de Morelos e Idiomas”. Además, dominaba griego, latín y lenguas romances, entre. Contrae matrimonio con María Esther Zermeño Rábago en 1929; Primer Magistrado (1933-1936); participa en la publicación de una copia de la constitución política del estado de Aguascalientes (1935); magistrado presidente del supremo tribunal de justicia en el estado (1937-1940); Notario Público N.3; Titular de la junta obrero patronal en el estado; sobresaliente abogado litigante con alto espíritu de altruismo. Sus reconocimientos más destacados: la llave de la ciudad de Aguascalientes (1960); la medalla al mérito del instituto Autónomo de Ciencias y Tecnología de Aguascalientes (31-12-1965), entre otros.

Hoy es el 50 aniversario de su muerte, hay que recordarlo como se merece.