Opinión y Editoriales

Publicado en abril 26th, 2018 | por Fátima Rosas Malacara

LA LIBERTAD DEL DIABLO: Un Ensayo Sobre Esa Realidad De La Que Nadie Habla

“No puedo pensar en esas personas como mis iguales, en esas condiciones, en esos momentos y sin embargo seguimos siendo de la misma especie”

Hacía mucho tiempo que no veía una película que me hiciera reflexionar o estremecerme de la manera en que esta lo hizo; La Libertad del Diablo dirigida por Everardo González, es un documental premiado a nivel nacional e internacional, que expone uno de los grandes problemas que hoy en día enfrenta nuestro país: la lucha contra el crimen organizado y las miles de vidas que ha cobrado esta guerra.

Aquí los protagonistas de la historia son víctimas y victimarios de crímenes terribles, personas que hablan frente a la cámara y narran los sucesos entre lágrimas, angustia, suspiros y largos silencios que parecen generar un eco en nuestra mente acerca de lo que estamos viendo.

Expone la realidad de manera cruda y sin rodeos, borra los límites que existen entre lo bueno y lo malo; vemos a un par de hermanas que vieron como su madre se entregaba para que a ellas no les hicieran nada, a un soldado que está atormentado por lo vivido, un hombre que fue abusado por policías, escuchamos a una madre que encontró a sus hijos sepultados en el desierto, un joven que narra su entrada a este mundo de crimen sabiendo que ya no hay salida y que en cuanto le preguntan  “-¿Qué se siente quitar una vida?” responde con un seco “Pues, ya no se sentía nada”.

Todos ellos portan una máscara de tela, que solo revela, los ojos, parte de la nariz y la boca,  la cual los pone en igualdad y que cumple con una función que va más allá de proteger su identidad, pues tal y como menciona Everardo, en una de sus entrevistas, el uso de esta máscara es “descubrir que es lo que revela, más allá de lo que oculta”.

“En ese trabajo no hay compasión. Nada de compasión. No es tu familia, es una persona que no conoces, tú no sientes, ¿por qué vas a tenerle compasión? No tienes por qué. Y la recompensa era el dinero.” –menciona un sicario frente a la cámara, y al ver esa escena yo concluyo que nos estamos deshumanizando.

Cuando terminó el documental y mientras aparecían los créditos, un ambiente tenso se esparció por todo el auditorio, el lugar no estaba lleno, pero parecía que las butacas vacías se llenaban de ese sentimiento amargo que todos estábamos experimentando, las personas que estábamos ahí no nos levantamos de nuestros asientos y permanecimos en silencio por un par de minutos, en lo que tratábamos de asimilar todo lo que habíamos visto, encontrar de alguna manera como sobrellevar todas las emociones que sentíamos, la frustración, la tristeza, el coraje, pero sobre todo digerir y comprender que esta película no tenía nada de ficción, acabábamos de ser espectadores de la realidad que sigue atormentando a nuestro país.

Son esas películas que tendríamos que ver todos los mexicanos hoy más que nunca, necesitamos hablar de este problema del que nadie quiere hablar, tenemos que comportarnos como lo que somos: humanos, ponernos en los zapatos del otro, mostrar un poco de empatía y preguntarnos ¿cuál es nuestra responsabilidad como sociedad?, ¿ignorar lo que ocurre, mostrar solidaridad o salir a gritar que ya estamos hartos?

Yo me pregunto ¿nos hemos vuelto inmunes ante lo que sucede en nuestro país? ¿Se  nos hacen cotidianas las injusticias que suceden?, y si es así, ¿cuándo pasó esto y cómo?, ¿por qué la violencia, el crimen, y la inmoralidad ya parece algo “normal”?

Leemos “asesinan a un periodista”, “ocurre otro feminicidio”, “desaparecen 43 normalistas”, “estudiantes son asesinados y disueltos en ácido” y estoy segura de que al momento de leer o ver esto a algunos nos da rabia y frustración, pero los días pasan y todo vuelve a ser igual, vuelve a esa realidad que nos está consumiendo y que hace que el miedo se apodere de nosotros, impidiendo gritar, decir lo que pensamos, miedo a salir a la calle, porque tal y como se refleja en el título de esta película, ese terror o ese “diablo” es libre y se mueve alrededor de nosotros sin que nadie pueda detenerlo.

Un documental que muestra la maldad del ser humano, un ensayo que nos abre los ojos y nos hace darnos cuenta que estamos a tan solo un paso de cruzar esa línea invisible entre lo bueno y lo malo.

FacebooktwitterFacebooktwitter


Sobre el autor

Estudiante de Comunicación e Información, entusiasta y soñadora, locutora, interesada por el acontecer social, amante de la lectura y el flamenco.



Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

De regreso a inicio ↑
  • Nombre

    Correo electrónico

    Asunto

    Mensaje