Publicado en marzo 19th, 2019 | por Rodrigo Pérez Téllez
A cien días
Hace unos días se presentaron en varios medios de comunicación resultados sobre índices de aprobación presidencial del actual presidente de la República tras sus primeros 100 días de gestión, de los cuales, vale la pena realizar una reflexión en torno a estos datos, pero principalmente qué interpretación hay más allá de estos indicadores.
Por ejemplo, de acuerdo con el diario El Economista, de los últimos cinco presidentes, Vicente Fox Quezada fue el presidente mejor evaluado al inicio de su gobierno con 80.2%, mientras que el peor evaluado fue Ernesto Zedillo Ponce de León con 32.3%. Los que ostentan rangos intermedios se encuentran Enrique Peña Nieto con 56.4%, seguido de Andrés Manuel López Obrador con 62.6% y finalmente Felipe Calderón Hinojosa con un 64.1%. (Aguilar, 2019)
Ahora bien, en un estudio realizado igualmente por El Economista y Consulta Mitofsky que evaluó la aprobación de los primeros 100 días de los últimos cinco presidentes, Vicente Fox Quezada ostenta la mayor aprobación con un 69.7%, le sigue Andrés Manuel López Obrador con 67.1%, Felipe Calderón Hinojosa con 58.5%, Enrique Peña Nieto con 52.5%, y finalmente Ernesto Zedillo Ponce de León con un 42%. (Aguilar, 2019)
Este estudio refiere también que los primeros 100 días de gestión, los porcentajes de los mandatarios caen, a excepción de Andrés Manuel López Obrador con 4.5 y Ernesto Zedillo Ponce de León con 9.7% que crecieron respectivamente.
En el caso del actual titular del Poder Ejecutivo, diversas casas encuestadoras presentaron resultados de aprobación tras sus primeros 100 días de gestión, los cuales arrojaron las siguientes cifras: Parametría con un 86% de aprobación, sin embargo, no se profundizó en los rubros mejor evaluados; en el caso de Buendía y Laredo se identificó un 85%, en donde los aspectos mejor evaluados fueron el combate al “huachicoleo”, reducción de precios en combustibles y apoyos a la tercera edad; mientras que el Financiero lo ubica con un 78% en el que los indicadores mejores evaluados fueron el combate a la corrupción y la pobreza, la reducción de salarios de funcionarios públicos, así como la creación de la Guardia Nacional. (ADNPolítico, 2019)
Con estos indicadores es preciso ofrecer una interpretación al respecto, pues los niveles de mayor aprobación al inicio de sus gestiones y al final de sus primeros 100 días podrían representar valores “atípicos”, sin embargo, esto podría hipotetizarse a factores como: transiciones político-partidistas del PRI al PAN (2000) y del PRI-MORENA (2018), el cambio en el discurso y la narrativa oficialista de sus planes de Gobierno respecto a sus antecesores, es decir, la ruptura de hegemonías y sistemas políticos; el manejo de la comunicación y la imagen presidencialista que se transmite hacia medios de comunicación; esto por destacar algunos.
Es así que me parece prudente ofrecer una reflexión final, pues estos niveles de aprobación podrían reflejar las hipótesis anteriores, ya que estos altos niveles de aprobación no necesariamente significan altos niveles de eficiencia en la gobernanza, la generación de políticas públicas y cómo estas impactan de manera positiva a la sociedad, es decir, elevando los niveles de bienestar y calidad de vida.
Por ello habrá que esperar cómo se conducen los siguientes 2 mil 90 días de gestión de López Obrador y si estos niveles de aprobación se mantienen, o adoptan las mismos patrones que los anteriores mandatarios.