Equinox, ¿la Nueva “Dark”?
“Equinox” es una serie danesa original de Netflix, basada en el podcast de Equinox 1985 de Tea Lindburg, la cual se estrenó el pasado 30 de diciembre, la serie prometía un sugestivo misterio a partir de una extraña desaparición de un grupo de graduados de los cuales sólo 3 son encontrados. Al igual que en “Dark”, Netflix nos prometió una trama oscura, en la que conforme más secretos van saliendo a la luz, la concepción que tenemos acerca del mundo y el universo se torna retorcido y confuso. Algo que “Equinox” intenta retratar, pero se queda a la mitad, y muy lejos de ser la nueva “Dark”.
La historia se centra en Astrid (Danica Curcic), la hermana de Ida (Karoline Hamm) una de las personas desaparecidas en el año de 1999, quien después de la desaparición de esta última, comenzó a tener sueños extraños con una segunda dimensión donde podría estar su hermana Ida, lo que hace que la trama se asemeje más a una mezcla entre “Stranger Things” y “4400”. La serie nos muestra el pasado (1999) y el presente (2021) en el cual Astrid, aún sin lograr superar el pasado, recibe una llamada extraña que hace poner en marcha a este personaje y decide investigar sobre el paradero de su hermana y el resto de los chicos desaparecidos.
El desarrollo de cada capítulo y algunas escenas se sienten un poco lentas, pero aun así no se pierde la atención ni el interés por resolver el misterio. La serie toca temas místicos y toma algunos mitos urbanos de Dinamarca, lo cual la hacen más interesante y sombría, incluso el episodio tres, logra crear esa atmósfera retorcida y oscura, que satisface con las expectativas que la mercadotecnia creó, pero después de ese episodio la serie decae y te deja deseando ver un poco más de lo que ya nos mostraron, pero nunca llega ese momento. “Equinox” tenía ese potencial, tal vez no para ser la nueva “Dark”, pero si para crear algo nuevo, con lo que lograran sorprender a la audiencia, porque los recursos y la historia ya la tenían, pero no la llevaron a su máximo, sino que simplemente se quedaron a la mitad, de algo que se pudo explotar más.
El misterio de la serie, igualmente queda medianamente logrado, puesto que conforme avanza va dejando demasiadas pistas que son muy evidentes, entonces al llegar al desenlace de la historia, buscan sorprender al espectador con algo que dos capítulos atrás e incluso desde más atrás ya te habían dicho. El final no es malo, se cierra la historia y se resuelven las preguntas, pero se siente demasiado fácil, como sacado por arte de magia. Ósea, el problema no es que sea mágico, sino que está muy simple a comparación con lo que anteriormente se mostró y que sabíamos que se podía hacer más.
La serie no es completamente un caos, tiene buenas actuaciones, buena ambientación, la fotografía no es mala, tiene una trama interesante, pero no es completamente satisfactoria. Otro problema está en que Netflix desde un inicio la comparó con “Dark” como una estrategia de mercadotecnia, pero en realidad son muy diferentes, como anteriormente mencioné, tiene más semejanzas con “Stranger Things”, y eso provoca que al ver otra cosa completamente diferente con la trama de “Dark” y que además te deja deseando más, tenga aún una menor aceptación de parte de la audiencia.
Sobre el autor
Evelyn Villalpando Curso la carrera de LCI, uno de mis pasatiempos favoritos es leer. La mayor parte del tiempo veo series de todo tipo, me apasiona hacer pole dance y amo los animales.
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