Opinión y Editoriales

Publicado en marzo 10th, 2021 | por Alejandro Cerdán

¿Cuál Será uno de los Futuros Escenarios Para Santa Lucía?

Continuando con los debates que se han desatado entorno al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) o también conocido como Aeropuerto de Santa Lucía, el cual la Fase 2, es decir el primer edificio de la terminal de pasajeros, pretende comenzar sus operaciones en marzo de 2022. Actualmente tiene un avance ligeramente mayor al 50% en el que se incluyen las pistas de aterrizaje central, calles de rodaje, torre de control, redes hidráulicas, estacionamiento y un notable avance en el edificio principal. Por ahora pretende ser un complemento en la Red Aeroportuaria de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, es decir que pretende ayudar el tráfico aéreo del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y el Aeropuerto de Toluca, en un futuro en su Fase 3 se pretende construir el segundo edificio de terminal de pasajeros y esto haría que su tamaño fuera por lo menos tres veces más grande que el AICM, también se posicionaría como el principal aeropuerto del país por extensión y por cantidad de pasajeros.

Todo lo que se menciona es parte del plan de Andrés Manuel López Obrador, presidente de México en su sexenio. Comenzando con datos del antiguo proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México que estaba siendo construido en Texcoco en el periodo presidencial de Enrique Peña Nieto, era un proyecto transexenal, es decir que abarcaba más de un mandato de seis años,

Cuando López Obrador queda electo en las elecciones nacionales de 2018, cancela dicha edificación que estaba en construcción, pretendía ser una de las instalaciones aeroportuarias más modernas del mundo, y contar con un desarrollo autosustentable con su diseño a base de vidrio y columnas que filtraban el aire y agua. Santa Lucía fue la opción de Obrador desde que era candidato, usando la excusa de que en Texcoco se tendrían muchos problemas con el medio ambiente. Al poco tiempo después de haber sido nombrado presidente, inmediatamente comenzó la construcción del AIFA. Hasta el día muestra avances significativos en su estructura de acero de un kilómetro y su costo estimado sería de 68 mil millones de pesos mexicanos a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), hasta el momento se ha reportado que su construcción ha costado 128% más de lo presupuestado, además de ser una edificación con un diseño sencillo y austero, pero que se menciona moderno.

La cancelación del NAICM según la Auditoria Superior de la Federación representó un costo de 331 mil 996 millones, por lo que medios extranjeros lo han catalogado como una de las peores decisiones en la historia de la economía mexicana, ya que continuarlo hubiera representado un costo menor a lo que es la cancelación y la construcción de un nuevo aeropuerto.

Analizando dicha terminal su futuro no es muy esperanzador, muchos mencionan que esto sólo fue un capricho de Obrador dado que día con día deja de mostrar interés en la gente del país en distintos sectores, pero por ahora nos vamos a enfocar en este proyecto.

La terminal de Santa Lucía se encuentra a 49 kilómetros de distancia del AICM, que en minutos es de una hora a hora y media en vehículo, sin contar tráfico en las conexiones viales, esto de por sí demuestra una complicación para los usuarios de la Ciudad de México porque tendrán que desplazarse hasta el Estado de México para poder llegar a la terminal, actualmente se está construyendo un tren suburbano para conectar ambos aeropuertos, lo cual representa otro gasto mayor para lograr su comunicación y esta no sería directa como el aerotrén que conecta las terminales sino que sería por estaciones, y esto representa exponer al peligro al viajero porque puede ser asaltado en el camino. También esta conexión no estaría lista para el momento en el que opere la terminal, sino que llegaría meses o años después de que comience, pero claramente dentro del periodo de Andrés Manuel.

En su construcción se han asegurado de hacerlo austero y este factor no debería de afectar su funcionalidad, al estar distanciado del AICM ya representa un obstáculo para el usuario, dentro de la misma terminal del AIFA tiene lugar para más de 40 posiciones de aeronaves por el momento y dos pistas para que pueda haber despegues y aterrizajes de manera simultánea, su torre de operaciones es de aproximadamente 90 metros de altura lo que ayudará a mantener mayor visibilidad, además de que los ingenieros mencionan que la posición de las pistas de aterrizaje fueron construidas en una dirección distinta a la original y de esa manera ninguna aeronave correrá el riesgo de sufrir un accidente con el cerro que ha sido mencionado en todo el proceso.  Al recorrer las pistas de posición también se aseguró que no haya obstáculos con las del AICM para que puedan operar de manera simultánea. Se tiene pensado en esta Fase 2 recibir 20 millones de pasajeros al año en la terminal 1 de Santa Lucía, pero esto puede quedar sólo en las expectativas por su ubicación, infraestructura y distintas limitantes.

Actualmente no se han obtenido permisos internacionales que avalen la operación del AIFA, la Agencia Federal de Aviación Civil menciona cinco aspectos para que se obtenga una Certificación de Aeródromo Civil de Servicio Público, las cuales son: presolicitud, solicitud y evaluación documental, verificación en sitio, atención y corrección de las no conformidades a la normatividad vigente y autorización del Manual de Aeródromo con la emisión del certificado. Por lo que en caso de no conseguir dicha verificación internacional sólo podrá operar vuelos nacionales, lo cual será la primera realidad en 2022. Sin estas certificaciones las aerolíneas internacionales no podrán aterrizar ahí.

Uno de los problemas que han expuesto cuatro aerolíneas aparte de obtener las certificaciones, son los costos que representa estar presentes en dos aeropuertos que relativamente están cerca, pero esto aumenta sus costos en el traslado de equipaje, capital humano y en segmentar las operaciones; este fue el principal motivo de Aeroméxico, por lo que otras aerolíneas que operan vuelos a distintas partes de la República Mexicana no pueden operar si Aeroméxico está de aliado en sus conexiones. Se dice que muy pocas veces funcionan los sistemas aeroportuarios, incluso en Londres o Argentina han tenido complicaciones con estos sistemas.

El Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México contaba con diversos estudios que demostraban que iba a ser un aeropuerto caro, efectivamente, pero también mostraba la inversión y capital privado que recibiría, sus estudios de funcionalidad de desarrollo sustentable y su vida útil que tenía prevista por muchos años. Los documentos de Santa Lucía han sido ordenados a mantenerse en secrecía durante cinco años, en los que se encuentran los verdaderos costos y estudios que demuestran que sería factible. La terminal del AIFA por ahora es una solución parcial para desviar vuelos y evitar la sobre saturación del AICM, aunque Santa Lucía tiene proyectada una vida útil de 80 años, no tiene contemplada una visión a futuro cercano en el que pueda superar su capacidad, por el momento no se ha dado a conocer cuando se realizará su Fase 3, el cual el NAICM contemplaba en un edificio de una sola pieza.

No se ha mencionado oficialmente, pero el presidente de México probablemente ofrecerá una de las Tarifas de Uso Aeroportuario más baja del país, es decir, un impuesto no muy elevado para incentivar a las aerolíneas a operar en dicho lugar y de esa manera generar un flujo de pasajeros. Sin duda alguna la primera etapa comenzará a operar con tropiezos en el 2022 y probablemente con vuelos nacionales en caso de no obtener la certificación internacional para dicha fecha.

En la política mexicana es común el hacer y deshacer, dependiendo de quien se encuentre en el poder, esto sólo demuestra la falta de compromiso transexenal en las transiciones de gobierno, tomando en cuenta estos factores uno de los escenarios, tal vez el más fatalista, mientras Andrés Manuel esté en el poder operará bajo sus condiciones, pero es posible el abandono del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles una vez que el periodo de Morena termine y gane la oposición. Puede sonar como una idea descabellada al principio, pero reutilizando elementos del AIFA y con inversión privada existe una pequeña posibilidad de crear un nuevo aeropuerto en la Ciudad de México, sin que sea en Santa Lucía o Texcoco, que proyecta a ser un parque urbano ecológico en este sexenio, pues el aeropuerto actual de la Ciudad de México seguirá recibiendo una demanda superior a su capacidad, y también es la necesidad de que la capital tenga un aeropuerto que pueda soportar toda la carga dentro de la misma ciudad, además del resentimiento de millones de mexicanos que se encuentran aturdidos por la situación, esto tal vez no sea en un futuro inmediato pero podrá ser una alternativa en 10 años.

Toda opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no del medio.

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Sobre el autor

Estudiante de comunicación e información. Soy un soñador, fanático de los musicales, dispuesto a aprender y crear cambios en la sociedad.



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