Publicado en febrero 15th, 2022 | por Locus

Aeronáutica, ¿Aquí en Aguascalientes?

Existe algo de desconocimiento respecto a esta carrera, lo digo por experiencia. Claro, es fácil hacer la conexión de: Aeronáutica, aéreo, entonces es sobre cosas que vuelan. Pero tal vez aquí ya se llegue a un punto muerto, porque si, tiene algo qué ver con aviones, pero ¿está más bien relacionada con los aeropuertos?, ¿es para arreglar aviones?, ¿tendrá acaso que ver con cohetes?

Y la respuesta a todas esas preguntas es, sí, de hecho, si tiene que ver con eso y más, por que su campo de acción es bastante amplio.

Primero, sería prudente comenzar definiendo lo que es la Ingeniería Aeronáutica, que es una rama de la Ingeniería que estudia el diseño y construcción de aeronaves, del equipamiento que requieren (sean motores, superficies de control, instrumentos de navegación, etcétera) y también el mantenimiento de estas.

Aunado a eso, la aeronáutica si está relacionada con todo este tema espacial de los cohetes y satélites, pero no es su campo, me explico; la Aeronáutica tiene que ver más bien con todo lo que vuele dentro de la atmósfera terrestre, mientras que la Aeroespacial es la que directamente si estudia todo lo que salga de órbita. Están relacionadas porque la física que se estudia no cambia, podría decirse que es más bien tema de especialización.

La Ingeniera Aeronáutica es una carrera que no es nueva, ya que se comienza a desarrollar como tal en los inicios del siglo XX con el primer vuelo de los hermanos Wright, pero el deseo del humano por poder volar se remonta casi desde los inicios de la civilización. Uno de los primeros intentos documentados es el de Abbas Ibn Firnas que en el año 875 logró volar unos metros con un planeador de madera y plumas.

Sin embargo, podemos decir que en México si es nueva. Son aproximadamente 6 universidades las que tienen carreras relacionadas: el IPN, la UANL, la UACJ, la UTLeon, el ITeSCa y, por supuesto, la UPA, aquí en Aguascalientes. Básicamente todas las universidades mencionadas tienen su plan de estudios enfocado al mantenimiento y la manufactura, porque estos eran los campos laborales que había en el país, pero recientemente ha habido una importante expansión en este ramo, ya no sólo en mantenimiento, si no que han nacido varias empresas que están diseñando sus propias aeronaves, por no mencionar todas las empresas que diseñan y fabrican drones. Tanto la UANL como la UPA, tienen el diseño muy presente en sus planes de estudio, así que, de llegar a estar atraído por esto, no haría falta ir muy lejos.

Como nota curiosa, muchos Ingenieros Aeronáuticos están muy presentes en la Formula 1, por ejemplo, la estrecha colaboración de Honda Aircraft y el equipo de Red Bull, en el que Honda Aircraft (que desarrollan turbinas para aviones) mejoró el turbocompresor en la última actualización del motor Spec de los AlphaTauri. Y no se detiene en un caso aislado como esto, los coches de la F1 comparten con los aviones la aerodinámica avanzada, el uso de compuestos de carbono en su estructura principal y la búsqueda por una máxima eficiencia de combustible.

La aeronáutica es algo sumamente apasionante y que tiene muchas curiosidades, para demostrar esto, voy a contar la relación que tiene el Área 51 con el desarrollo de un avión espía y cómo esto es la razón por la que esta base aérea se rodeó de tanto misticismo.

El Área 51 es una sección de terreno de aproximadamente 155 ubicada en Nevada, relativamente cerca de Las Vegas. Forma parte de un vasto complejo llamado Nellis o NRC (Nellis Range Complex).

Todo comienza en la Guerra Fría, cuando Rusia y Estados Unidos se mostraban los dientes y estaban a la espera de ver quién se atrevía a golpear primero, en un escenario como este, la ventaja la tendría aquel que conociera mejor a su enemigo. Por esto, en 1955, se escogió la base aérea Nellis como lugar de ensamblaje y campo de pruebas para el Lockheed U2 “Dragon Lady”.

Así es como nació el llamado Proyecto Aquatone, que según algunos documentos hace poco desclasificados de la CIA, tenía el objetivo de volar sobre la Unión Soviética y tomar fotografías de 23 objetivos de prioridad extremadamente alta en busca de armamento nuclear.

En los años 50 y 60, el U2 voló en misiones de vigilancia y reconocimiento también sobre China y Cuba, fue uno de estos el que descubrió los misiles en la isla caribeña.

U2 “Dragon Lady”

Pero, a pesar de ser un avión furtivo, no era infalible, en 1956 la Unión Soviética derribó uno sobre su territorio, lo que fue considerado como “un acto de agresión” por parte de EUA, así que las cosas se pusieron realmente tensas en aquellas décadas. Este evento fue la alarma que le hizo saber a los estadounidenses que si querían seguir espiando a los soviéticos debían conseguir una nueva aeronave.

La CIA se acercó a Lockheed Martin, uno de los mayores contratistas militares del mundo, que después de varios prototipos a los que se les realizaron varios cambios en los materiales, el fuselaje, los perfiles alares, motores y radares, fue denominado SR-71, sólo se produjeron 32 aeronaves y el costo del programa fue de 138,000 millones de dólares de hoy en día.

Su fuselaje se fabricó de aleaciones de Titanio, un mineral que es extremadamente raro y difícil de conseguir, y, en ese entonces, precisamente la Unión Soviética contaba con uno de los mayores yacimientos del mundo, por lo que Estados Unidos no podía comprárselo directamente. Para solucionar este problema, la CIA, creó una red de empresas fantasma en varios países que le compraban el mineral a compañías de terceros y otras naciones.

Así luce un SR-71 de frente, su forma, aunado a la pintura que llevaba lo volvían casi invisible a los radares de aquella época.

El Blackbird era tan rápido que podía volar a más de 3 veces la velocidad del sonido (aproximadamente 3900 km/h o “Mach” 3.35 es la máxima velocidad alcanzada, pero según testimonios de los pilotos, era capaz de sobrepasar esas velocidades, pero nunca nadie se atrevió a llevarlo más allá de esos límites) y alcanzar altitudes de hasta 25,900 metros, donde ya es posible observar la curvatura de nuestro planeta y ver las estrellas sin importar si es de día o de noche.

Los paneles de titanio del fuselaje del SR-71 no encajaban perfectamente al estar en tierra y el revestimiento de las alas contaba con una superficie ondulada por la que se filtraba una gran cantidad de combustible. Pero, una vez en vuelo, al máximo de sus capacidades, su fuselaje se expandía, alineaba y sellaba perfectamente evitando cualquier escape.

Diría el coronel William “Hawk” Hawkins interpretado por Tommy Lee Jones en la película Space Cowboys: “es un aparato grotesco cuando está posado y goteando aceite como un colador, pero que cuando se pone a Mach 1 y todas sus juntas se dilatan y se sellan, vuela fundido con el viento como un alma fugaz… Es una máquina para llevar al límite; allí es donde alcanza todo su esplendor, a altísima velocidad. Definitivamente, su lugar no está aquí en la Tierra, donde descansar es como morir lentamente… está más allá de las estrellas, allá donde nuestra vista no puede alcanzar.”

Se tiene registro de que se dispararon por lo menos 100 misiles contra el Blackbird en toda su historia, pero este era tan rápido, que cuando era fijado por algún arma, era tan simple como que su piloto aceleraba un poco para dejar atrás cualquier posible amenaza.

Para aspirar a entrar en la elite de los pocos pilotos que operaban los Blackbird, no solo había que contar con miles de horas a bordo de aviones a reacción y ser navegantes consumados. Pilotar una nave como esta suponía afrontar rigurosos controles de seguridad, pruebas físicas, una increíble resistencia a la fuerza G y muchas horas en simuladores especialmente diseñados para recrear los complejos sistemas de navegación y sensores del avión. Era una tecnología tan avanzada y complicada que estaba al alcance sólo de unos pocos y que al pilotarlo debían llevar trajes similares a los usados por los astronautas.

Dos SR-71 Blackbirds y 5 tripulantes vistiendo los trajes que debían usar cuando pilotaban.

La CIA asegura que el 50% de los avistamientos de “ovnis” que se realizaron en esa época fueron precisamente vuelos de prueba de los Blackbirds, así que se aprovechó esta situación para desviar la atención de lo que realmente estaba cocinándose en la base Nellis.

Los Blackbirds fueron reemplazados por satélites, que tenían costos de mantenimiento y operación más bajos y cumplían la misma función, así que los SR-71 fueron reubicados en museos donde se encuentran actualmente y ya ninguno surca los cielos.

Los ingenieros encargados de diseñar este avión convirtieron lo imposible en algo posible, un vehículo tan avanzado a su época que era fácilmente confundido y temido como una nave de otro mundo.

La aeronáutica es un campo muy amplio, un campo que está en expansión en este momento, porque siempre hay una nueva frontera que alcanzar, motores más rápidos y eficientes que pueden diseñarse, imaginar perfiles alares que tengan mayor sustentación, materiales que sean más ligeros y resistentes, sistemas de comunicación que tengan un mayor alcance y desde luego, todo el universo que está a la espera de ser explorado y conquistado, porque el cielo es sólo un comienzo.

(Carlos Andrés Huerta Martínez, Estudiante de la Ingeniería Aeronáutica de la Universidad Politécnica de Aguascalientes)