Vampiros Diminutos: Chinches
Todo el mundo sabe -por boca de un “Conocido” claro está- de tan molestos huéspedes, no es la comezón sino las críticas.
Estos pequeños insectos han sido asociados durante siglos con suciedad y pobreza: calificados como chinches o bichos de cama viene del latín cimex, significa ser sumamente pesado y molesto. Y es un insecto hemíptero, de color rojo oscuro, cuerpo muy aplastado, casi elíptico, de cuatro o cinco milímetros de largo, antenas cortas y cabeza inclinada hacia abajo. Es nocturno, fétido y sumamente incómodo, pues chupa la sangre humana taladrando la piel con picaduras irritantes y vistosas.
La primera prueba tangible de esta relación parasítica se halló en los años 90 cuando unos arqueólogos encontraron en la antigua ciudad egipcia de el-Amarna restos fosilizados de chinches de cama de unos 3,550 años de antigüedad, a pesar de ello, los científicos creen que la asociación de nosotros con estos animalitos tiene un origen mucho más antiguo, concretamente en la época en que el ser humano compartía las cavernas con murciélagos, ya que estudios recientes han encontrado poblaciones distintas de la misma especie las cuales tienen como huésped al humano y al murciélago respectivamente, estos roedores volandores son considerados como los primeros incubadores, de manera que fueron evolucionando durante 245,000 años.
Durante la década de 1940 y 1950, prácticamente fueron erradicadas de los países desarrollados, debido sobretodo, al uso de potentes insecticidas como el DDT (Dicloro Difenil Tricloroetano), que posteriormente fueron prohibidos por su enorme impacto ambiental; sin embargo, en el año 2000 y hasta la fecha se ha producido una reaparición sin precedentes de la plaga en muchos países desarrollados. Dicha reaparición parece estar relacionada con la manifestación de chinches de cama resistentes a los insecticidas, el incremento nacional e internacional de la población así como la migración, el comercio global y el incremento de tiendas de artículos de segunda mano que facilitan la dispersión accidental de la plaga.
Existen medidas de prevención como mantener buenas prácticas de higiene, lavar con mucha frecuencia la ropa de cama, monitorear las áreas posibles de incubación; así como la importancia de contratar servicios de fumigación profesionales ante la aparición de estos insectos.
Si bien no podemos morir por esta plaga, son demasiado molestos; está en nosotros prevenir y erradicar.
Y tú ¿has escuchado al primo de un amigo encontrar un huésped indeseable en su cama?
Danitza Flores; LCI
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