Publicado en junio 7th, 2017 | por Alejandra Calderón
Con más de 100 millones de toneladas de desechos, la isla de plástico en el Pacífico alcanza el tamaño de Coahuila o Chihuahua
Martín Soto Jiménez, especialista del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL) de la UNAM, unidad académica Mazatlán, advirtió que debido al descuido e irresponsabilidad de las personas, cientos de desechos sólidos, principalmente plásticos, llegan (a través de ríos o por abandono en las playas) a los giros océanicos; por lo que se calcula que la isla de plástico del Pacífico Norte tiene el tamaño de estados como Chihuahua o Coahuila, pero en un futuro podría tener el de un continente.
Soto Jiménez señaló que los desechos flotan a la deriva hasta que son atrapados por una corriente que los lleva a uno de los puntos en donde las corrientes se detienen y las aguas se calman, conocidos como giros oceánicos, particularmente el giro del Pacífico Norte.
“El problema es que si los plásticos tardan décadas o siglos en degradarse y a diario llegan más, entonces esas islas se harán más grandes. Ahora calculamos que tienen el tamaño de estados como Chihuahua o Coahuila, pero en un futuro podrían tener el de un continente” advirtió.
Aunado a esto, mencionó que datos de la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) de Estados Unidos, y de la Universidad de Tokio, muestran que los desechos provenientes de la costa Oeste de Norteamérica tardan cerca de cinco años en llegar al vórtice del giro, en tanto que a los de la costa Este de Asia les toma un año o menos.
Los residuos en el Pacífico no están juntos, sino que flotan relativamente dispersos y se degradan lentamente, liberando en ese proceso partículas y nanopartículas de elementos tóxicos que son ingeridos por diversos organismos marinos que, con el tiempo, llegan a nuestras mesas, indicó el especialista.
Actualmente, la isla de plástico del Pacífico se compone por más de 100 millones de toneladas de desechos que sin duda alguna contaminan y afectan gravemente el ecosistema.
Cabe mencionar, que la isla de plástico del Pacífico Norte es la más grande, pero este fenómeno se repite en el Pacífico Sur, en el Océano Índico y en los giros del Atlántico Norte y Sur, y aunque con menor proporción, tienen los mismos efectos negativos en los ecosistemas y la salud humana.
Finalmente, en el marco del Día Mundial de los Océanos, que se conmemora este 8 de junio, Martín Soto recomendó hacer conciencia y no tirar basura en ríos y cañadas, o dejarla a cielo abierto en las playas, debido al peligro creciente que representa a largo plazo; además, esas acciones serían las más económicas para evitar la contaminación de los mares, pues sería posible ir a limpiar esa zona del océano, pero su recuperación sería muy costosa.
Boletín: UNAM