Publicado en junio 29th, 2017 | por Vladimir Flores
Insectos comestibles: una propuesta para balancear la dieta y el mundo
Inició como una idea, “un alimento alternativo para las personas, a base de insectos comestibles” y ahora está a poco de volverse realidad.
“Kualifood” ganó el segundo lugar del concurso Emprende UAA 2017 en la categoría impacto social y/o ambiental.
Víctor Hugo Guerrero Sánchez, estudiante de noveno semestre de Ciencias Ambientales y líder del proyecto, entró al concurso principalmente para adquirir conocimientos. Solo tenía la idea de lo que quería y ahí vio la oportunidad de echar a andar el proyecto, así que nunca se imaginó como ganador de uno de los primeros lugares.
El equipo quiere llegar a las poblaciones más marginadas y al mismo tiempo generar mayor sustentabilidad con el medio ambiente.
Todo comenzó un día en que Víctor se encontraba hambriento y se puso a pensar en la posibilidad de comer un tipo de alimento diferente a lo que estaba acostumbrado a consumir. De ahí surgió el interés de trabajar en algo alternativo, en un “buen alimento”.
Tradujo su idea a dos idiomas kuali proviene del náhuatl y significa bueno; food es el vocablo en inglés para comida o alimento.
El uso de insectos para preparar comida, explica el estudiante, se debe a que su contenido proteínico es casi igual al de la res. De 100 gramos de insectos, calcula, se obtiene entre 46 y 52 por ciento del valor en proteínas, dependiendo del tipo de insectos; de la misma cantidad de res, en cambio, se obtiene entre el 43 y 64 por ciento de proteínas.
Además, los insectos requieren menor cantidad de agua y alimentación que los animales de consumo tradicional y eso implica menor impacto ambiental y bajos costos de producción. Por ejemplo, expone, si se invierte un kilogramo en alimento para insectos es el mismo kilogramo que se obtiene de ellos (de insectos), mientras que una vaca requiere de mucho más alimento para obtener de ella 100 gramos de carne. Su impacto ambiental es mayor y los costos de venta más elevados.
Los insectos con los que Kualifood trabaja actualmente son grillos. El equipo tiene en mente hacerlo también con tenebrios y cucarachas.
Víctor admite que la mala fama de las cucarachas hace muy probable que la gente rechace alimentarse con ellas. Sin embargo, la compañía cuida la limpieza y la presentación de sus productos, de manera que el aspecto de los animales no sea un factor que evite su consumo.
En forma de botanas, galletas o barritas es como se pretende que este tipo de alimentos ingresen al mercado. Los productos están dirigidos a personas de escasos recursos para quienes estos productos podrían representar un complemento esencial en su alimentación y a gente que busca otra forma de alimentarse. Incluso los deportistas podrían verse beneficiados por la línea de Kualifood.
Respecto a Emprende UAA, el estudiante de Ciencias Ambientales se dice satisfecho aunque, como otros participantes, dice que le hubiera gustado mayor apoyo y difusión por parte de las autoridades de la universidad.
Fuera de eso, afirma, todo lo pareció muy bien. Ahora lo que pretende es aprovechar las capacitaciones que la Secretaría de Economía Social y Turismo Municipal brindará a su equipo e invertir los 9,000 pesos en efectivo y los 25,000 de financiamiento que formaron parte su premio en cubrir cuestiones que aún le faltan a su proyecto.
Víctor Hugo invita a profesionistas de otras ramas como nutrición, biotecnología, mercadotecnia o cualquier otra área a unirse a la causa.
Su mayor satisfacción, visualiza, sería conseguir ese cambio social y ambiental por el que está trabajando. Por eso invita a los chavos con iniciativa a que crean en sus ideas y se mantengan firmes ante ellas, que sean perseverantes y que nunca se rindan.