¡Aguas Spoiler! La más Draga Debería ser una Escuela
Hace un poco hablábamos de la importancia de Ru Paul’s Drag Race e intentamos explicar el porqué lleva ganando Emmys por tantos años seguidos; encontrándose en este momento en un periodo de expansión con emisiones locales en Reino Unido, Canadá y más recientemente en los Países Bajos.
Por alguna razón y pese al éxito que ha tenido el show en México, al parecer no hay posibilidades, al menos recientes, para que nuestro país tenga una edición local; sin embargo el Drag Race ha inspirado otros programas ante la creciente necesidad de posicionar el arte del drag nacional.
Entre estas opciones podemos encontrar a La más draga (LMD), un reality show y programa de concursos transmitido por Youtube en el que un grupo de drag queens compiten en una pasarela semanal y son juzgados por cuatro jueces, quienes se encargan de elegir a “La más” y a las dos que tuvieron el peor desempeño, habiendo una eliminada cada semana.
Aunque el show ha querido despegarse lo más posible de Ru Paul, lo cierto es que la comparación resulta casi obligada, y de hecho es precisamente la pretensión de no querer ser una copia lo que termina por definir a La más draga que, sin embargo, para esta Tercera Temporada que recién estrenó, no logra separarse lo suficiente del show americano.
El mayor problema con esta comparación es que existe una brecha presupuestal muy grande entre los dos programas pero sobre todo que pese a que el dinero de LMD ha ido creciendo temporada con temporada, sigue sin ser bien invertido, ya sea por decisión de la producción o por capricho de los patrocinadores.
Es evidente por ejemplo la mejora que tiene el set, la iluminación del foro o el renovado salón de maquillaje, sin embargo se nota que aún no tienen las cámaras suficientes que graben aspectos detallados de las concursantes o que las puedan seguir durante todo el día a fin de capturar sus procesos, personalidades, dramas, inspiraciones y metas.
Por el contrario y con todo respeto, siguen contratando a una innecesaria conductora que seguramente les sale muy cara, cuando las que deben brillar son las queens, quienes cumplen como el alma del programa dentro y fuera de drag.
De hecho, esta Tercera Temporada se merece unos aplausos por su excelente elección de concursantes que nos ofrecen variedad y talento, pero como lo apuntó correctamente el jurado, al mismo tiempo tienen un montón de cosas que aprender y pulir; realidad que se entiende si se toma en cuenta que hasta hace muy poco tiempo la cultura drag en nuestro país era casi inexistente, limitándose a las ciudades más grandes y a la disciplina del transformismo y la imitación.
Hoy, con un público cada vez más sediento por la cultura drag en México, resulta necesaria una escuela de donde salgan representantes dignas de este arte y es justamente ese el papel que debería jugar LMD tanto fuera como dentro del show.
Por ejemplo y como sugerencia, las dragas podrían tomar clases con profesionales de canto, danza, maquillaje, teatro o standup, mismas que deberían ser incluidas dentro de los capítulos.
Aunque dudo que los productores de LMD lean este humilde artículo, les dejo la sugerencia para que en próximas temporadas cambien a una especie de La Academia versión drag pues de todos modos es un formato que ya se probó con éxito en nuestro país para jóvenes cantantes.
De todos modos es necesario aclarar que pese a sus deficiencias, La más draga sí se merece una calificación que tome en cuenta el montón de ganas que le echan sus creadores para sacar a flote un programa que trabaja con poco presupuesto y con artistas del drag que tienen mucho por mejorar, así que por el esfuerzo, le pongo 3 estrellas de 5.
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